14 marzo 2007

¿De qué sirve el autocontrol?

Varios estudios reflejan que, cuando tenemos en mente la obligatoriedad de hacer o dejar de hacer algo, somos mucho más proclives a que nuestro autodominio falle en otros aspectos.

Ejemplo: en un estudio se prohibe a un grupo de personas que piensen en osos polares y se les da 10 dólares para que se los guarden o se los gasten en una serie de productos.
Lo mismo se hace con otro grupo salvo que no se les prohibe pensar en los osos. El segundo grupo resulta ser mucho más ahorrador que el primero.

Otro ejemplo: A un grupo de personas se le hace recordar un número de 2 cifras y a otro un número de 7 cifras. Después se les hace pasar por una mesa donde hay una ensalada y un pastel de chocolate. El 59% de los que tenían que recordar 7 cifras se comen el pastel. El 63% de los que tenían que recordar 2 se comen la ensalada....

Conclusión: las restricciones ocupan espacio en el cerebro y, al parecer, tienen una cierta jerarquía, ya sea temporal (las últimas restricciones se superponen a las anteriores) o en importancia (pueden existir prohibiciones internas que siempre estén por encima de cualquiera nueva).

En cualquier caso, mi pregunta es ¿de qué sirve obligarse a uno mismo a hacer o a dejar de hacer algo? Estudios como éste sacan a relucir la inutilidad de lo que llamamos autocontrol. Cada vez que decidimos prescindir de algo por imperativo legal, moral o de cualquier otra materia, esa prohibición hace que otros imperativos pierdan vigencia al estar nuestro cerebro menos pendiente de ellos.

Para mí la única posibilidad es, como siempre, nada de imposiciones, nada de reglas, nada de principios morales ni de religiones o ideologías, nada que pueda ocupar y empujar otras cosas del cerebro. Claro que vivir así es imposible ¿no? :-p

Share/Save/Bookmark

1 comentario:

Anónimo dijo...

"I would make it my object to teach thinking, not orthodoxy, or even heterodoxy. And I would absolutely never sacrifice intellect to the fancied interests of morals" Bertrand Russell ;-P