26 marzo 2007

El sábado cayó una...

Estábamos tranquilamente en nuestra casa sin luz (ya dura una semana la situación), jugando a las cartas con los mosquitos, que además hacían trampas, cuando empezó a hacer un viento huracanado. Un estruendo nos levantó de las sillas: algo grande y metálico iba de lado a lado de la terraza. Las contínuas ráfagas se llevaban todo por delante. Así que en unos segundos aquello parecía una mesa de billar en la que las bolas no paraban de moverse y de rebotar contra las paredes. De repente, un par de trozos de tejado de uralita, que hasta entonces se habían contentando con hacer un ruido ensordecedor, volaron en dirección a la calle. Uno cayó encima de un coche, otro le pasó a una mujer muy cerca. Se puso a llover. En horizontal. Cerramos puertas y ventanas. El ruido fuera seguía retumbando en nuestros oídos. Poco podíamos hacer. El siguiente trozo de tejado podía ser para nosotros.

Mientras tanto, unos amigos se habían ido a ver un concierto, que se suspendió, claro.

Al menos 4 personas murieron por esta tormenta de fin de semana. Cuando termina el verano son normales. Son previsibles. Pero... ¿quién hace algo?

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2 comentarios:

Finidi Angola dijo...

Habéis pagado el recibo de la luz. Porque te la cortan y no avisan. También mirar en vuestra caja de fusibles, me parece mucho tiempo sin luz, veo que la cosa está peor que en el pasado.

Un barquero chiquitito dijo...

Estuvo todo el previo (edificio) sin luz durante 6 días por una avería en la calle. Después tuvieron que venir lo de la empresa eléctrica a repararnos nuestra instalación. Efectivamente no habíamos pagado (ahora ya sí) pero también creo que no nos lo llegaron a cortar sino que fue todo a causa de los fallos en el cableado.