16 abril 2007

Y se hizo la luz

Hasta ahora, para eliminar el efecto nocivo de neuronas que funcionaban de forma incorrecta en enfermedades como la epilepsia o el Parkinson, era necesario extirparlas, es decir, coger el trozo más pequeño de cerebro posible dentro del cual se considerase que estaban las neuronas afectadas o aplicar pequeños voltajes o balanceos químicos en la zona . Por supuesto, estas formas de actuar son invasivas y no distinguen entre neuronas sanas y enfermas.

Ahora, científicos del MIT han inventado una técnica para volver a hacer funcionar correctamente esas neuronas usando pulsos de luz amarilla. Sin cirugía, sin efectos secundarios. Más o menos como darle al botón de reset del ordenador cuando se cuelga.

Al parecer, la luz amarilla hace que las neuronas, a las que se les "carga" previamente con una proteína sensible a la luz, se "apaguen", lo cual resulta bueno en enfermedades como las anteriores. Sin embargo, si se aplica una luz azul, las neuronas se excitan, ofreciendo así un abanico de posibilidades a la hora de tratar todo tipo de dolencias cerebrales.

Visto en Nature.

Por cierto, acaba de volver la luz.

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