03 agosto 2007

La amistad, divino tesoro

Una mujer perdió el equilibrio al tropezar con un juguete con ruedas en casa de unos amigos y no dudó en demandarles por las lesiones sufridas.

La Audiencia Provincial de Valencia condenó a la aseguradora [de la vivienda de los anfitriones]a pagar casi 26.000 euros a la mujer al considerar que "los anfitriones de una casa asumen la posición de garantes de la seguridad de sus invitados y les corresponde evitar que éstos corran riesgos que comprometan su integridad".

No obstante, el Tribunal Supremo argumenta que "no toda desgracia determina necesariamente que alguien deba responder de ella porque "la vida comporta riesgos por sí misma".
Visto en 20 minutos.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una amiga, en casa y con los sólos testigos de los compinches?; eso me suena a apaño. Lo tonto es que la empresa aseguradora pague; yo he hecho lo mismo atropellando varias veces a mi madre haciéndolo pasar por accidente, y todavía ni un leuro, hoyga.

Anónimo dijo...

Con amigos así, quién necesita enemigos.
La perspectiva del anónimo es MUY edificante , ciertamente.
Nunila