04 septiembre 2007

El poder de los valores aprendidos

Imagínense dos pueblos, Villarriba y Villabajo. Estos dos pueblos no se relacionan entre ellos, ni con nadie más, desde hace décadas aunque están geográficamente muy próximos y comparten la misma base genética.

Ahora imagínense que unos investigadores deciden averiguar, bajo estas premisas, cuál podría ser la importancia de la educación en los niños de esas aldeas (físicamente son iguales así que, en princpio, las diferencias vendrán dadas por el aprendizaje).

Los pueblos están en Nepal (Tamang y Brahman) y los resultados son, cuando menos, reveladores. Para muestra este botón: respuestas de ira y vergüenza de niños al darse cuenta de que un colega ha derramado un refresco sobre tus apuntes (vergüenza por haber dejado los apuntes cerca de un sitio donde pudiera caerle el refresco).


Nota: la gráfica no quiere decir que el 40% de los Tamang sienta rabia (anger) sino que de todos los niños la sintieron, el 40% eran Tamang (y el otro 60% Brahman).

¿Y cómo actúan los padres (o educadores) ante un cabreo de los niños?



Donde ignore=ignorar, teach=enseñar, scold=regañar, hit=golpear, tease=bromear, cajole=engatusar y nurture=alimentar (esta vez los porcentajes son sobre un total de 100 para los habitantes de cada pueblo).

¿Y frente a la vergüenza?

¿Y a que no sabéis cómo ven los turistas a los habitantes de un pueblo y del otro?

Actualizo: se me ocurren muchas formas de extrapolar este estudio. ¿Qué les parece el pueblo de los ricos y el pueblo de los pobres? ¿El pueblo de los empresarios y el pueblo de los jornaleros? ¿El pueblo de los hombres y el de las mujeres? ¿Cuáles se os ocurren a vosotros?

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