Además de tener que afrontar las consecuencias de una pérdida de este tipo, el Don Juan que decide dejar de serlo para vivir en pareja suele tener otro problema añadido: seducir a una mujer rápidamente requiere que ella crea que tiene delante al hombre ideal y que se vea embargada por una pasión irrefrenable. Pero el seductor, que sabe cómo serlo y conseguir lo anterior, lo es y lo hace para conquistar al sexo contrario. Una vez lo ha conseguido con alguien, el placer desaparece. Hasta que el reto de otra conquista se cruza en su camino. Y si no existe el desafío, pues la pareja con la que ha decidido permanecer ya está con él, ¿cómo podrá seguir mostrándose como el hombre perfecto con esa pareja?
Según Raúl Padilla, terapeuta de pareja y sexólogo, los donjuanes, sean hombres o mujeres, buscan seducir por encima de todo, y los medios que emplean son a menudo fraudulentos. “El problema aparece cuando la conquista da paso a la relación cotidiana, a una relación monogámica que deja en evidencia más pronto o más tarde la falsa imagen que Don Juan fue creando en su presa”.Visto en el Magazine de El Mundo.
“El miedo al compromiso”, continúa, “es algo inherente al donjuanismo. En pareja les es muy complicado mantener una relación de igualdad con el otro, y o bien ejercen el rol de niño, haciendo recaer las normas y el control sobre su pareja, o bien son hiperprotectores. Los trastornos que presentan los donjuanes que llegan a terapia de pareja están motivados por una falta de deseo normalmente causada, o manifestándose, en problemas de excitación y de orgasmo. Para estas personas el cariño y el deseo no suelen concebirse juntos, por lo que al aumentar la proximidad emocional se produce un distanciamiento sexual que puede ser vivido como desamor por el compañero sentimental”.
Jejjeeje... pendón! que mira que eres pendón!
ResponderEliminar¿Te sientes identificada, Martuky? :-p
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