"James Leckman, un especialista en Tourette que trabaja en Yale, cree que alguna gente con este síndrome tiene una “empatía somática extraordinaria”, lo cual los lleva a “sentir cosas en el movimiento corporal de los otros que la mayoría de la gente no siente, alguna señal o vibración… que es algo que les permite ver lo que va a ocurrrir antes de que ocurra”. En otras palabras: Howard (el portero de la selección de EEUU) es un gran portero porque tiene Tourette (señores cazatalentos, ya saben dónde buscar a los futuros Iker Casillas). Howard, como todos los que tienen Tourette, tartamudea, tiene tics exagerados y movimientos faciales inesperados, y por eso un tabloide inglés lo llamó “retardado” cuando éste fue contratado por el Manchester United en el 2003 (ahora es el portero del Everton). Las cámaras no suelen captar estos gestos de Howard porque su concentración en los partidos tiende a bloquearlos, y eso que él no toma medicamentos por miedo a convertirse en un “zombi”"
Recomendación: Un antropólogo en Marte, donde Oliver Sacks describe el paradójico caso de un cirujano con Síndrome de Tourette.