Un pequeño artículo de Clive Thompson en el New York Times Magazine describe un experimento del departamento de psicología de la Universidad de Newcastle.
Imaginaos la situación: hay una cafetería de autoservicio donde a la gente se le deja la libertad de pagar o no según sus criterios de honorabilidad.
A lo largo de 10 semanas de la última primavera, se fueron poniendo alternativamente 2 posters en la cafetería. Durante una semana era una pintura de flores y durante la otra un par de ojos que miraban fíjamente.
¿Y qué sucedió?
Algo bastante curioso. En las semanas en que los ojos del póster miraban a la cafetería, los consumidores de café y té contribuyeron con 2.76 veces más dinero que las semanas en que eran las flores las que adornaban la pared.
Visto en Boing Boing.
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