Para acreditarlo se realizó un experimento en el que a diferentes grupos se les daba a comer diferentes cantidades de chocolate sin que se pudiese constatar diferencia alguna en cuanto a incrementos de deseo sexual.
Qué suerte tienen algunos. Te atiborran de bombones y te pagan por ello. Creo que, además de cobaya de durex, tampoco me importaría ser catador de chocolate.
Visto en Science to life.
No hay comentarios:
Publicar un comentario