La Universidad de Standford está en ello (entre otros muchos equipos de investigación). De momento los prototipos son capaces de conducirse sólos, despacito, evitando choques y aparcando en paralelo pero los ingenieros de dicha universidad son optimistas. La tecnología avanza que es una barbaridad, dicen, y dentro de no mucho los turismos normales podrán tener toda clase de funcionalidades para hacer la conducción cada vez más cómoda (hasta llegar al absoluto).
Visto en el NYT.
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