13 febrero 2025

Herodoto y la necesidad de los secretos de estado

Chomsky suele no querer hablar de historia cuando ésta es anterior al siglo XVIII. Según sus propias palabras, irse más atrás en el tiempo suele ser contraproducente a la hora de entender lo que ocurre hoy día. 

A veces hace alguna excepción. Por ejemplo, ha utilizado a Aristóteles para ridiculizar el enfemizo afán de algunos personajes, y políticos actuales, de tildar de peligroso cualquier pensamiento que abogue por lo social y colaborativo. Así, Chomsky dice que algunos pensadores modernos sin duda acusarían a Aristóteles, o a Jesucristo ya puestos, de radicales peligrosos

Heródoto (Wikipedia)
Herodoto [Wikipedia]

Hoy me he encontrado con otra de esas esporádicas citas provenientes de la edad antigua. En el primer capítulo de su libro "Understanding power" (2002), Chomsky nombra a Herodoto. 

Catalogado como el padre de la Historia por Cicerón, que vivió 400 años después, Herodoto y sus historias siguen considerándose como una fuente fidedigna de lo sucedido hace 25 siglos. De sus escritos nos han llegado 9 libros, que se extienden por unas mil páginas dependiendo de la edición. En el primero de ellos, Herodoto nos cuenta cómo los Medos lucharon contra los Asirios por su libertad, finalmente consiguiéndola. Tras la ardua lucha, sin embargo, pronto volvieron a perderla de una manera de los más curiosa:

"Libres, pues, todas las naciones del continente del Asia, y gobernadas por sus propias leyes, volvieron otra vez a caer bajo un dominio extraño. Hubo entre los medos un sabio político llamado Dejoces, hijo de Fraortes, el cual aspirando al poder absoluto, empleó este medio para conseguir sus deseos. Habitando a la sazón los medos en diversos pueblos,Dejoces, conocido ya en el suyo por una persona respetable, puso el mayor esmero en ostentar sentimientos de equidad y justicia, y esto lo hacía en un tiempo en que la sinrazón y la licencia dominaban en toda la Media. Sus paisanos, viendo su modo de proceder, le nombraron por juez de sus disputas, en cuya decisión se manifestó recto y justo, siempre con la idea de apoderarse del mando. Granjeóse de esta manera una grande opinión, y extendiéndose por los otros pueblos la fama de que solamente Dejoces administraba bien la justicia, acudían a él gustosos a decidir sus pleitos todos los que habían experimentado a su costa la iniquidad de los otros jueces, hasta que por fin a ningún otro se confiaron ya los negocios.

Pero creciendo cada día más el número de los concurrentes, porque todos oían decir que allí se juzgaba con rectitud, y viendo Dejoces que ya todo pendía de su arbitrio, no quiso sentarse más en el lugar donde daba audiencia, y se negó absolutamente a ejercer el oficio de juez, diciendo que no le convenía desatender a sus propios negocios por ocuparse todo el día en el arreglo de los ajenos. Volviendo a crecer más que anteriormente los hurtos y la injusticia, se juntaron los medos en un congreso para deliberar sobre el estado presente de las cosas. Según a mí me parece, los amigos de Dejoces hablaron en estos bellos términos: «Si continuamos así, es imposible habitar en este país. Nombremos, pues, un rey para que le administre con buenas leyes y podamos nosotros ocuparnos en nuestros negocios sin miedo de ser oprimidos por la injusticia.» Persuadidos por este discurso, se sometieron los medos a un rey"

La triquiñuela de los amigos de Dejoces ha venido usándose en algunas ocasiones después. Pudo servir de inspiración, por ejemplo, a Benjamin Constant. En su afán por resultar elegido para la cámara de representantes de la Francia de 1819, Constant pronunció un discurso en la conferencia del Ateneo de París (tras la famosa revolución, el sufragio se limitaba aún a unos 1200 personas). En aquel discurso, el bueno de Benjamin intentaba convencer a la flor y nata francesa de las ventajas de tener a alguien como él dedicándose a gobernar. Con su sacrificio, los demás, liberados de esa carga, podían dedicarse de pleno a hacerse ricos con sus negocios comerciales:

B. Constant [Wikipedia]
"El sistema representativo no es otra cosa que una organización que ayuda a una nación a descargar en algunos individuos lo que no puede o no quiere hacer por sí misma [...] poder otorgado por la masa del pueblo que quiere que sus intereses sean defendidos y que sin embargo no tiene tiempo de defenderlos siempre por sí mismas", 

No deja de resultar gracioso que Constant dijese también en ese discurso de que su forma de gobierno representativo era sin duda diferente a la de los clásicos, incluyendo a la democracia en la Atenas de Pericles. Quizá no se había dado cuenta de que Herodoto ya había hablado de cómo los Medos acabaron gobernados por un Rey que, preconizando la bondad de Constant, prometía descargarles también de sus quehaceres más ominosos. 

Pero volvamos a Dejoces y la libertad perdida de los Medos. Según Chomsky, Herodoto habla, hace 2500 años, de por qué son necesarios los secretos de estado:

Luego que Dejoces hubo hecho construir estas obras y establecido su palacio, mandó que lo restante del pueblo habitase alrededor de la muralla. Introdujo el primero el ceremonial de la corte, mandando que nadie pudiese entrar donde está el rey, ni éste fuese visto de persona alguna, sino que se tratase por medio de internuncios establecidos al efecto. Si alguno por precisión se encontraba en su presencia, no le era permitido escupir ni reírse, como cosas indecentes. Todo esto se hacía con el objeto de precaver que muchos medos de su misma edad, criados con él y en nada inferiores por su valor y demás prendas, no mirasen con envidia su grandeza, y quizá le pusiesen asechanzas. No viéndole era más fácil considerarle como un hombre de naturaleza privilegiada.

Así, esos secretos, por los que tanta gente parece tener que sufrir, no son sino una creación de los poderosos para que la gente común no descubra que los gobernantes no son especiales (lo que socavaría la misma esencia de su poder). Vaya con Herodoto. 

La historia de los Medos nos ha llegado a través de las tablillas en cuneiforme de otros pueblos, como asirios, babilonios o persas.  Los Medos erán nómadas y no parecen haber utilizado la escritura, aunque como dice Herodoto, sí tenían ciudades y templos. Tras la alianza Medo-Babilónica para acabar con el imperio asirio (caída de Nínive en 612 aC), las relación entre ambos imperios se mantuvo en el tiempo. Sin embargo, Medos y Babilonios no podían ser más diferentes. Los Medos vivían entre la montaña y el altiplano iraní. Babilonia, en cambio, estaba plagada de ciudades estado en las llanuras desérticas que sólo la presencia del Tigris y el Éufrates conseguía hacer tolerables. Cuenta la leyenda que cuando la princesa Meda Amytis se casó con el rey Babilonio Nabucodonosor II, se lamentaba a menudo de cuánto echaba de menos las montañas y los bosques cercanos a Ecbatana, la capital Meda (donde Dejoces había creado los palacios). Para intentar contentarla, Nabucodonosor habría creado los famosos jardines colgantes de Babilonia. No está claro que los famosos jardines fueran siquiera de Babilonia pero la historia no deja de ser bonita. 

Para saber más:

La Ley de secretos franquista de 1968 que permite que en España siga habiendo documentos oficiales que nunca verán la luz pública. 

La película "Reality" con una sorprendente Sidney Sweeney. 

Los casos de Snowden o Julian Assange



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