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03 diciembre 2023

De cómo el protestantismo se convirtió en la mayor bula jamás escrita.

Hablaba en mi anterior post de cómo España, adalid del catolicismo hacia 1500, conquistó e hizo algo a medio camino entre colonizar y culturizar América. 

De hecho, fue precisamente gracias a que España era católica que se hizo algo bueno en las nuevas provincias durante el dominio hispánico. Sí, bueno. Y sí, gracias al clero.  

Hay que entender que en en la Edad Media el analfabetismo era la norma en Europa. Sólo algunos nobles sabían leer y escribir, normalmente con el objetivo de manejar sus tierras y sus ejércitos. En contraste, las órdenes religiosas habían sido guardianes y copistas de los pocos libros que se conservaban de la antigua Roma y Grecia y contaban con los únicos intelectuales. 

Además, merced a la visión de monarcas integradores como Alfonso X, que supo reconocer el superior nivel cultural judío y musulmán, España pasó a liderar la educación superior europea al final de la Edad Media, primacía que se extendió hasta los siglos XV y XVI. Durante ese tiempo los monjes españoles pasaron de los monasterios a dirigir colegios mayores, menores y universidades. Por si fuera poco, también establecieron la meritocracia como requisito de acceso a la educación superior, reservándola, al menos sobre el papel, a los más capaces, independientemente de su origen. 

Es decir, los clérigos españoles no sólo eran el modelo intelectual de la época, también lideraban en moral y progresismo. Por ello, cuándo Colón llegó a América y España comenzó a colonizarla (explotando a los nativos), el clero español se reunió en múltiples ocasiones para debatir puntos, tan inverosímiles para cualquier imperio, como si se tenía derecho a conquistar esas tierras o a sus habitantes, o para promulgar la igualdad de todos los pueblos, independientemente de sus color de piel o de su fe. 

La influencia clerical era tal que los reyes españoles, los monarcas más poderosos de la época, no podían escribir leyes sin consultarles antes. Esas consultas podían durar meses. Tras ellas, algunos clérigos aconsejaron forzar a los indios a la conversión, incluso por la conquista, pero otros muchos abogaron por ofrecer educación a los nativos, aunque fuese laica!, sin obligarles a ello. Y lo propusieron así por considerar que aquellas gentes, tan aparentemente distintas, tenían los mismos derechos que cualquier católico. 

Aún así, y como comentaba en mi anterior post, la influencia eclesiástica no impidió la conquista, genocidio incluído, ni la colonización, aunque sí suavizó la tercera  y, a la postre, fue responsable de que Felipe II ordenase detener la primera a partir de 1573

Mapa español del Mundo conocido en 1573. Visto aquí

También es probable que Felipe II tuviera otra buena razón para frenar la conquista: no había españoles suficientes para más territorio. Australia y otras islas cercanas se habían descubierto poco antes, pero nunca se intentó colonizarlas (curiosamente, eso lo aprovecharían muy bien los ingleses, quienes tras tomar Manila en 1762, usaron los mapas españoles que allí se guardaban para "descubrirlas" ellos mismos pocos años después). 

Sin embargo, las tierras que ya se habían conquistado demostraron ser una fuente enorme de recursos. Para explotarlos los españoles torturaron a los indígenas, muchas veces hasta la muerte, obligándoles a trabajos forzados durante cientos de años. 

Y mientras el oro y la plata fluyeron, a los clérigos se les permitió hacer mucho del bien que perseguían. Aparte de defender los derechos indígenas, fundaron escuelas, universidades u hospitales y exploraron los nuevos territorios y sus gentes con ánimo científico, anotando para la posteridad sus descubrimientos.  


Por eso, y aunque la Iglesia acabó adoptando el camino sencillo de las conversiones forzadas y la educación católica, sin los franciscanos, dominicos, agustinos o jesuitas, los nobles españoles, ávidos de oro, plata y piedras preciosas, hubieran arrasado sin piedad con todo.  

Y eso es precisamente lo que sucedió, la masacre indígena y el expolio sin miramientos, cuando otros países europeos, ya no católicos sino protestantes, realizaron sus propias colonizaciones. 


Las bulas papales y la rebelión de Lutero. 


Unos siglos antes de que Colón llegase a América, el Papa de Roma se había nombrado a sí mismo, con bastante éxito, el representante del dios cristiano en la Tierra. Con el poder que eso le otorgaba, comenzó a escribir bulas, que vienen a ser interpretaciones de las Sagradas Escrituras en relación a algún acontecimiento presente. La importancia de dichas bulas era, y es, enorme. En lugar de dar su opinión sobre un asunto cualquiera, el Papa, cuando escribe una bula, está dando la del dios cristiano. 

Con tanto poder en sus manos, las tentaciones pusieron al Papado en bretes que hubieran sido difíciles de imaginar para los primeros cristianos. En medio de una vorágine de excesos que ya duraba siglos (sexoasesinatoscorrupción), el Papa León X comenzó a vender en 1517 bulas de absolución (de la absolución dada por dios, ojo) como si fueran entradas para un concierto: de forma masiva y organizada. 

El negocio era simple. Si un noble cualquiera decidía, por ejemplo, que quería matar a otro, un poco de oro le permitiría hacerlo con el perdón de dios... por adelantado. Ya no hacía falta ir a confesarse y realizar actos de penitencia y contrición.

El tema se fue tanto de madre que una buena parte de la nobleza, y del clero más alejado de Roma, vieron claras dos cosas: querían su parte del pastel y tenían buenas excusas para arrebatársela al papado. 

Es decir, más que limpiar Roma de su corrupción, lo que buscaban los críticos era acceso al enorme negocio de la fe, que durante siglos había monopolizado el Sumo Pontífice y sus subordinados. La corrupción de Roma fue la excusa que necesitaba la parte más desfavorecida de la nobleza germana para adherirse a una nueva doctrina, que sostenía que cada cual podía interpretar las sagradas escrituras a su antojo. Esa nueva convicción, pasada a papel por un alemán llamado Lutero, no sólo desposeía a la Institución Eclesiástica de su monopolio espiritual sino que hacía innecesarias sus posesiones terrenales, que eran lo realmente codiciado. Es decir, si cualquiera podía reinterpretar la palabra de dios, no hacía falta mantener a una plétora de clérigos y a sus templos, supuestamente encomendados a escucharla e interpretarla mejor. 

El imprescindible papel de la imprenta y la primera lucha de clases global. 

Las ideas de Lutero no eran originales. La corrupción pontificia duraba ya siglos y la gente llevaba mucho criticándola. Sin embargo, Gutemberg había inventado la imprenta en 1448 y su uso se había extendido por el Imperio Germánico rápidamente. Gracias a ello, cuando Lutero escribió sus 95 críticas en 1517, éstas se propagaron como el fuego en una llanura de yerba seca. 
Al cabo de dos semanas se habían difundido por toda Alemania y, pasados dos meses, por toda Europa. 

Tanta gente las leyó o escuchó a alguien leerlas que en pocos años unos 300.000 campesinos germánicos se unieron bajo un pensamiento único: reclamar lo mismo que Lutero y los nobles que le apoyaban: libertad religiosa y su parte de las tierras de la Iglesia. 

Pero como ya hemos dicho, ése no era el plan ni de Lutero ni de sus socios. Sólo los nobles se podían beneficiar de la nueva doctrina. Así decía Lutero que había que tratar a los insurgentes:

Todo el que pueda debe aplastarlos, degollarlos y ensartarlos, en secreto y abiertamente, lo mismo que se mata a un perro rabioso. Por eso, amados señores, acudid en ayuda nuestra, salvadnos; que todos cuantos puedan, hieran, golpeen y degüellen, y si alguien alcanza la muerte, bienaventurado de él, pues no puede existir muerte mejor. 

Una vez aniquilada la insurrección labriega, tras matar casi a la mitad de los insurgentes, los nobles y los militares que seguían las ideas de Lutero se encontraron con un doble botín: las posesiones eclesiásticas y un pueblo tan vapuleado y sumiso que no volvería a revelarse durante 300 años. 

Monarcas y nobles de de la Europa septentrional no tardaron en ver las ventajas económicas del cisma. No ya sólo como medio de quitarle posesiones a la Iglesia sino también para sacudirse el dominio católico español, "contaminado" por la corrupción Papal, y cuyo monarca Carlos I, reinaba sobre un jugoso sector del centro de Europa. 

enlazado de https://blogs.ua.es/monarquiahispanicafrancia/
Dominios europeos bajo el reinado de Carlos I (1516-1556). Visto aquí.

Calvino o la doctrina de la predestinación. 

Si las tesis de Lutero le otorgaron a nobleza europea un motivo para disputarle tierras y rentas al Imperio Español y quitárselas a la Iglesia, Calvino remató la faena con su doctrina de la predestinación. 

Habiendo leído a Lutero, Calvino fue más allá, e interpretó que la Biblia decía que las vidas de las personas están predestinadas, eliminando de un plumazo la tradición cristiana de alcanzar la salvación siendo buenos y practicando la pobreza o la caridad, tanto económica como social. Así, según Calvino, cualquier protestante que se hiciera rico lo hacía por la gracia divina, aunque fuese a costa de pasar por encima de otras personas. Pongamos un ejemplo: según la nueva doctrina, Dios habría predestinado la muerte de 130.000 de los campesinos que creyeron que la Reforma también era para ellos. Y, todavía más importante: el dios protestante ya había dispuesto de antemano el subsiguiente aumento de la riqueza de los vencedores y de la pobreza de los vencidos. 

La doctrina era tan atractiva para la clase dominante que se extendió rápidamente entre los gobernantes europeos y sirvió para justificar todo tipo de atrocidades en los siglos venideros, tanto por parte de los ricos como de los que querían serlo. El caso más claro puede que sea el de los Boers o los Afrikaners, que establecieron, merced a sus creencias religiosas calvinistas que les hacía creerse superiores, el Apartheid sudafricano y todo lo que ha conllevado durante 200 años.

Otros gobiernos o imperios coloniales protestantes, si bien no tan abiertos a la hora de declararse superiores y defender genocidios, actuaron como si lo fueran, tratando a los indígenas como animales e incluso alimañas a las que hubiera que exterminar

El protestantismo en general, y el calvinismo en particular, estuvieron en la base moral de las colonizaciones europeas que siguieron y terminaron reemplazando a la española y portuguesa. Franceses, ingleses, holandes, alemanes o belgas establecieron un nuevo modelo colonizador en el que el beneficio económico se convirtió en el único argumento válido. 

En resumen, el protestantismo y el calvinismo habían re-interpretado la palabra divina haciendo al hombre blanco, y con recursos, superior. Le habían mostrado el camino más rápido para conseguir más dinero y poder, librándole, por añadidura, de incomodidades de la moral católica, como el remordimiento por conseguir riqueza y retenerla, incluso aunque fuese a costa del sufrimiento de otros, o la obligación de ayudar a los necesitados. 

Así, los nuevos colonos protestantes se lanzaron a la búsqueda de fortuna a través del expolio y a la caza del mayor beneficio en el menor tiempo posible. Con el beneplácito divino que les daban sus interpretaciones de la Biblia destrozaron países y sus poblaciones [1, 2]. Vamos, hicieron lo mismo que el imperio español, pero sin el freno benefactor que hasta entonces habían interpuesto los clérigos (intelectuales) católicos.

Del calvinismo a la eugenesia en una cómoda excusa: acumular riqueza.

La India pre británica, hacia 1700, era el país más rico del mundo. Su economía ascendía al 25% del PIB del planeta, más que toda Europa occidental junta. China no le iba a la zaga. Entre los dos países producían el 47% de la riqueza global. 

Sin embargo, tras el expolio a la que les sometieron las potencias militares europeas durante 250 años, su PIB combinado había caído hasta minúsculo 5% mundial. Mientras, el europeo no había parado de crecer.

Quizá el ejemplo más brutal y más reciente de cómo se dio un cambio tan abrupto esté en las palabras de Churchill, afamado primer ministro británico hasta 1955, tras provocar la muerte por hambre de 4 millones de personas en Bengala:

"No deberían reproducirse como conejos"

O esta frase anterior

“Odio a los Indios. Son un pueblo de animales, con una religión animal”

Pero Churchill sólo era el último de una larga lista de reyes y mandatarios británicos y europeos que se creyeron predestinados a masacrar a cualquier pueblo inferior mientras se quedaban con sus riquezas. Aunque el caso de la India, donde mataron a 165 millones de personas sólo entre 1880 y 1920, quizá sea el más paradigmático. 

Sin embargo, y para desgracia del mundo, no fue una excepción. El Imperio británico hizo lo mismo en todas sus colonias, en todos los continentes. Países como Armenia, Kenya o Australia sufrieron la misma suerte. 

Incluso Irlanda, país vecino aunque colonia a la postre, sufrió el despiadado yugo inglés: un millón de personas murieron de hambre entre 1845 y 1849 mientras la comida que les hubiera podido salvar salía del país hacia Inglaterra. Los irlandeses son de la misma raza que los ingleses pero eran católicos. Y, como bien podría haber dicho Calvino, estaban predestinados a ser pobres. 

O en palabras del inglés Charles Trevelyan, encargado gubernamental de frenar la escasa ayuda inglesa en aquel entonces:

"el juicio de Dios envió la calamidad para enseñarle una lección a los irlandeses"

Trevelyan también diría que una hambruna así era un 

"mecanismo eficaz para controlar la población". 

Al amparo de tal creencia colectiva de superioridad, no es de extrañar que fuera otro inglés, Francis Galton, el que acuñase el término Eugenesia en 1883. Tras los descubrimientos de Newton, Darwin y compañía, la ciencia amenazaba con sustituir a dios en muchos ámbitos y, por tanto, existía la necesidad por parte de los poderosos de reemplazar la interpretación divina de la superioridad inglesa por una científica, más acorde con los tiempos. 

La Eugenesia dio la pátina racional a las masacres made in Europe hasta bien entrado el siglo XX, incluyendo los diferentes genocidios (judío, gitano, eslavo) de la Alemania nazi. Pero como no hay mal que dure para siempre, el colonialismo clásico europeo fue finalmente sustituido por un nuevo modelo neocolonial, ligeramente menos brutal, liderado, eso sí, por una no menos protestaste o calvinista Estados Unidos de América. Pero de USA hablaremos más adelante.



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10 septiembre 2023

Chomsky, los números de Bartolomé de las Casas y una comparación histórica.

A finales de los 60, Noam Chomsky era muy conocido por su labor científica (el New York Times le calificó como el académico vivo más importante del mundo en 1979), pero ya hacía unos años que, jugándose su carrera y su integridad física, había empezado a dar charlas y escribir en contra del intervencionismo americano en Vietnam. Al principio de los 60 ir contra la guerra de Vietnam era muy arriesgado. La gente, incluso los mejor informados, no sabían realmente lo que sucedía. La prensa, la radio y la televisión daban al pueblo americano la imagen de una guerra justa e ir contra ese ideario resultaba peligroso. Pequeñas reuniones familiares fueron seguidas por invitaciones a dar charlas en círculos cada vez más amplios. Al final de los 60, la opinión pública había cambiado radicalmente y el incansable Chomsky se había convertido en una de las figuras más importantes del movimiento antibélico. Viajaba por el país dando charlas pero ninguna de las grandes cadenas de radio o televisión le invitaba. Tampoco los grandes periódicos. 

En Abril de 1969, Chomsky fue invitado a una entrevista en Firing Line. Aunque emitido fuera de las grandes cadenas, Firing Line llevaba tres años en antena y acabó convirtíendose en el show de entrevistas más longevo de la televisión norteamericana. William Buckley, que se definía como conservador y libertario, dirigía el programa al que, a lo largo de sus 30 años y 1500 emisiones, acudirían todo tipo de personalidades públicas, incluyendo varios presidentes y altos mandatarios de Estados Unidos, o la primera ministra británica Margaret Tatcher. 

Aparte de ser "el mejor académico vivo" y un dotado orador, Chomsky dio tales muestras de maestría en su debate cara a cara, que no sólo no fue invitado de nuevo a Firing Line, como Buckley le había prometido. Los grandes medios y editoriales tuvieron aún más claro que aquel profesor universitario no debía recibir ni un segundo de audiencia. 

Lejos de los grandes medios, Chomsky, siempre metódico, riguroso pero también claro y didáctico, ha seguido dando charlas y entrevistas y escribiendo libros.  Hablaré más de algunas de sus charlas en el futuro pero en esta ocasión me quería centrar a una parte en concreto de aquella entrevista con Buckley. En el minuto 25:10, Buckley intenta defender que existe una diferencia, "visible para cualquier persona inteligente" (falacia True Scotman), entre la intervenciones militares buenas (por el bien del país invadido) y malas (por simple beneficio del invasor). 

Chomsky responde que durante toda la historia del colonialismo, nunca ha existido tal distinción. Lo que sí han hecho las potencias coloniales, según Chomsky, es publicitar una visión falsa de altruísmo en sus intervenciones. 

Justo después viene la parte que me encanta. Chomsky añade que esto ha sucedido así en cada colonización, con una sola excepción. Buckley pica el anzuelo y pide centrarse en esa excepción. Pero la excepción, según explica a continuación Chomsky, no es positiva. La excepción a la regla es la de la colonización del Congo por la monarquía belga, que no se preocupó en absoluto de disimular ninguna de sus atrocidades. 

En sus charlas, Chomsky suele referirse a colonizadores modernos pero también ha hablado en alguna ocasión de Colón y el colonialismo español, sin la misma profundidad que del colonialismo que vino después. Sin embargo, sí ha hecho esta distinción:

La relación entre los invasores y la población indígena difiere de un lugar a otro en América. En algunas zonas, los pueblos indígenas fueron integrados de alguna forma y en otras simplemente fueron eliminados, desplazados o puestos en reservas.

En este post voy a hablar de cuánto y cómo se aproximó el colonialismo español a esas dos formas descritas por Chomsky. Más adelante, hablaré de qué ocurrió con otras potencias contemporáneas o posteriores. 

¿Por qué es España, y no otro país, quien llega a América en 1492?

La conquista de América se produjo en un contexto bastante olvidado. Tras la caída del Imperio Romano de occidente en el 476 dC, Roma, la ciudad, perdió casi todo su explendor (pasó de un millón a 30 mil habitantes). Sin embargo, los obispos cristianos de la ciudad, que habían sido oficialmente admitidos hacía menos de dos siglos por el emperador Constantino, consiguieron salvaguardar sus dominios merced a múltiples alianzas. 

Tras el cisma con el cristianismo ortodoxo del Imperio Bizantino, el Papa de Roma, que durante siglos había estado a merced del rey más fuerte de turno, se erigió a sí mismo en la máxima autoridad eclesiástica de la cristiandad y representante supremo de Dios en la Tierra. Eso hubiera servido de poco si aparte de ser Papa, en una jugada maestra, no se hubiera inventado que sólo el sumo pontífice podía coronar a un rey católico (haciendo que su reinado viniera de Dios). 

Pero faltaba la guinda, lo que haría que ni el más poderoso de los Reyes se atreviese a cuestionar al heredero de San Pedro. Para garantizarse la ayuda de CarloMagno, que había conseguido conquistar buena parte del antiguo imperio romano occidental hacia el 800 dC, el Papa resucitó la figura del Emperador Romano, añadiéndole las palabra Sacro y posteriormente Germánico. Este Emperador, que sólo el Papa podría nombrar, debería ser el líder de la cristiandad en Europa (o sea, defender las ideas y posesiones papales).  

Merced a esta hábil estrategia política, el Papado adquirió la solidez y autonomía de la que había carecido hasta entonces. Sin embargo, 700 años después, el Papa se enfrentaba a dos graves amenazas:

  1. El Islam había conquistado Costantinopla en 1453 y seguía avanzando hacia el Oeste. Además, amenazaba las rutas comerciales del Mediterráneo y Oriente Medio, incluyendo las que iban a hacia Asia.
  2. Las ideas de Lutero, alentadas por la corrupción del Vaticano, hacían tambalear la unidad del cristianismo. 
Frente a esa doble amenaza, las alegrías para el Papa llegaban casi en exclusiva de la península Ibérica. Por un lado, España no sólo renegaba de cualquier cisma protestante, sino que habían logrado expulsar a musulmanes y judíos de su territorio en 1492.

Por otro, Portugal, también católica, había logrado su independencia de Castilla en 1411. Merced a lo cual, llevaba décadas de ventaja a España en la exploración del océano y había conseguido llegar a Asia bordeando África, estableciendo una nueva ruta comercial que evitaba el control musulmán en el Mediterráneo. 

Cristobal Colón. Un trepa sanguinario con labia. 

De una familia italiana de origin humilde, Cristobal Colón quería ascender en la escala social (algo tremendamente difícil para la época). Consiguió ocultar sus orígenes haciéndose navegante y cambiando de país. Como marino llegó a Portugal donde encontró la oportunidad que buscaba. Allí se casó con una noble portuguesa, dejando atrás su pasado. Como noble de tan reciente cuna, parece que Colón sintió a partir de entonces la necesidad de tratar peor que cualquier noble viejo a las personas más pobres. 

Como ya comenté en mi post anterior, las corrientes oceánicas fueron un elemento fundamental para el descubrimiento de América. En aquella época, sólo España o Portugal estaban geográficamente próximos y económicamente en condiciones para aprovecharlas. Cuando su idea de usar esas corrientes para establecer una nueva ruta hacia Asia fue rechazada por el Rey de Portugal, Colón miró a España. Como hemos dicho, los Reyes españoles eran cristianos devotos (sobre todo ella, Isabel). Pero también eran hábiles y despiadados políticos. Y, para fortuna de Colón, tras la conquista de Granada a principio de 1492, los reyes tenían la motivación económica (rivalizar con los progresos mercantiles de los portugueses) y los recursos para ayudarle. Además, contaban con el beneplácito de Roma, exultante con sus católicas hazañas. 

Al mando de tres pequeños barcos, Colón llegó a América y sentó de inmediato las bases del maltrato al indígena que vendría después. Torturó, esclavizó y mató con el objetivo de enriquecerse, contraviniendo las órdenes expresas de los Reyes, gracias a la distancia que les separaba de ellos y al poder casi absoluto que ostentaba en sus primeros viajes. Como digo, esa fue la tónica general con demasiados gobernantes de Indias, que hicieron lo mismo durante los siglos venideros. Colón también cruzó muchos líneas sofocando protestas de españoles (lideradas por clérigos) que le acompañaron a América. Como muestra, no dudó en alabar a su hermano, quien había cortado la lengua y paseado desnuda a una sirvienta que osó decir que los Colón venían de una familia de tejedores. 

Su insaciable ansia de riqueza y falta de escrúpulos llamó tanto la atención que en menos de 10 años Colón pasó de ser la tercera persona más importante de España a caer en desgracia, cuando sus reiterados desmanes finalmente hartaron a los monarcas. Al igual que los desmanes, también el ejemplo de los Reyes Católicos se repitió. Los monarcas españoles seguirían deponiendo a virreyes y gobernantes de indias que se aprovechasen de sus posición

Bartolomé de las Casas. El fraile millonario que se la jugó.  

Bartolomé de las Casas (1484-1566) es un personaje clave de la historia Iberoamericana. Vivió 82 años, una edad muy respetable para la época. Más teniendo en cuenta sus múltiples viajes trasatlánticos y los riesgos que corrió al pasar la mayor parte de su vidad defendiendo los derechos de los indígenas americanos, enfrentándose a buena parte de la población española en ultramar y a muchos nobles en España. 

De familia muy cercana a la Casa Real y extremadamente influyente, un tío de Bartolomé ya fue con Colón en el viaje del descubrimiento en 1492. Tras su tío, el mismo padre de Bartolomé se embarcó en el segundo viaje. Bartolomé y su padre habían asistido, probablemente fascinados, a la audiencia ofrecida a Colón por su exitoso regreso en 1493, donde mostró a 6 indios ante las protestas de la Reina Isabel, que dio las primeras órdenes de proteger a los nativos.

Cuando Bartolomé por fin viajó a América, en 1502, le esperaba la herencia familiar. Tan importante era su familia que, en unos pocos años, su padre, antes de morir, se había hecho terrateniente en el Caribe. En los siguientes 13 años, hasta cumplir la treintena, a Bartolomé le dio tiempo a administrar exitosamente una encomienda (sí, tuvo esclavos indios a su cargo cultivando tierras y extrayendo oro de unas minas), pero también a viajar por los diferentes territorios donde se iban asentando los españoles que llegaban. Entre medias tuvo tiempo de volver a España y viajar a Roma para hacerse fraile. Sumando el poder Papal al de su influyente familia, volvió a América y, comenzó a ejercer su doble influencia de una manera inaudita: incentivando la convivencia entre sus compatriotas y los indígenas y enfrentándose abiertamente y sin descanso a todo español que tratase mal los indígenas. Esto le granjeó muchas y poderosas enemistades que no parecieron hacerle mella, dada su alta alcurnia. 

Pese a sus esfuerzos, los desmanes coloniales continuaron. Las encomiendas (mecanismos reales que fueron aprovechados por los españoles para explotar a los nativos) se volvían cada vez más brutales y Bartolomé, en 1514, tomó una decisión para la historia. Renunció a sus tierras y a sus encomiendas y viajó de vuelta a España para denunciar ante el Rey el trato que daban sus súbditos a los indígenas. El Rey murió antes de verle pero su regidor primero y el nuevo rey, Carlos I (nombrado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el Papa), no sólo le escucharon sino que diseñaron los siguiente pasos a dar en las colonias americanas (incluyendo leyes) siguiendo los consejos del fraile. 

De esta forma, cuando Bartolomé de las Casas volvió a América en 1516, lo hizo con el título de Protector universal de todos los indios de las Indias, como portador de la nueva hoja de ruta para la colonización pacífica y con toda la protección jurídica y militar de la Casa Real, pero también con la protección del Papado, de quien Carlos I se había convertido en el principal defensor. 

Sin embargo, las cosas no salieron como de las Casas hubiera esperado. A pesar de que desde la Corona se favorecía que la colonización pacífica (los hombres que viajasen con una mujer lo hacían gratis y se alentaba al matrimonio con indígenas) y de que los españoles en América no llegaban a 20.000, incluyendo mujeres, niños y clérigos, cada nuevo barco traía hombres con deseos de riqueza y fama y con pocos escrúpulos a la hora de conseguir cualquiera de las dos. Por si fuera poco, en España, Carlos I tuvo que retrasar la nuevas Leyes que de las Casas necesitaba para hacer frente a los que no veían con buenos ojos sus palabras. Durante un tiempo, el nuevo monarca tuvo que priorizar la resolución de los problemas en el viejo continente, apagando las revueltas de aquellos que no veían bien sus orígenes germanos. Aprovechándose de ello, en América, un tal Hernán Cortés hizo oídos sordos a fray Bartolomé y las nuevas leyes aún por oficilizarse. Convenció a otros 400 hombres para unirse a su desobediencia y juntos emprendieron un viaje sin retorno en el que sólo había dos alternativas: lograr la codiciada fama y fortuna, o morir. Ya fuera a manos de los indígenas o de los propios españoles si osaban volver con las manos vacías. Contra todo pronóstico, Hernan Cortés y sus 400 acabaron conquistando una ciudad con al menos 300.000 personas, consiguiendo para la Corona el control de un nuevo imperio de varios millones de indígenas. 

Semejante hazaña no hizo sino acrecentar el deseo de los españoles que realizaban el viaje a América. A partir de entonces, Bartolomé de las Casas ya nunca pudo imponer las leyes reales para conseguir una colonización pacífica. Siguió intentándolo de manera incansable, eso sí. Pero mientras lo intentaba, otro buscafortunas, Manuel de Pizarro, acompañado de otro ridículo contigente de tropas, se hizo en 1533 con el otro gran imperio americano de entonces, el Incaico, que contaba, antes de la llegada de los españoles con una población de unos 10 millones de personas. En los 15 años en los que de las Casas debía haber cambiado el curso de la colonización por una pacífica, 1500 españoles conquistaron por las armas  7 millones de kilómetros cuadrados, una extensión 14 veces superior a la de España. 

Cuando Bartolomé volvió a España en 1540, en América había apenas 19,000 españoles que pudieran portar armas, pero decenas de millones de indígenas habían muerto. Tras más de 30 años en América, de las Casas había visto todo tipo de cosas. Al maltrato inicial al indígena, al que se le obligaba a entregar metales preciosos o a hacer trabajos forzados, siguieron pequeñas escaramuzas y maltrato y matanzas indiscriminadas. Sin embargo, los españoles estaban en una enorme inferioridad numérica, en una tierra desconocida y muy, muy lejos de España. Incluso con la conquista de los imperios Incaico y Azteca, ¿Cuántos indígenas podían matar unos pocos miles de españoles? 

En unas décadas, los indígenas desaparecieron completamente en muchos lugares y disminuyeron en general un 90-95% en los territorios bajo dominio español.  Aún contando con la crueldad de los conquistadores, incluyendo el sadismo de unos pocos, resulta imposible justificar la debacle poblacional que siguió a la aparición de los españoles. 

De las Cañas presenció u oyó de todas esas muertes (millones y millones) y en sus escritos las achacó única y exclusivamente a los soldados de su reino. Esa fue la historia que escuchó Carlos I cuando de las Casas llegó a España en 1540 y el resto de Europa y el mundo durante los siguientes siglos: según aquel fraile de tan buena familia, unos pocos miles de sus soldados habían aniquilado varias decenas de millones de indígenas y amenazaban con seguir haciéndolo con el resto. Ante semejante panorama, Carlos I promulgó nuevas leyes para la mejora de las condiciones de vida de los indígenas. Era al menos la sexta vez en menos de 50 años que la monarquía española trataba de proteger a los nativos americanos, tras las leyes promulgadas por los Reyes Católicos y por él mismo.

Con las nuevas leyes bajo el brazo, de las Casas volvió de nuevo a América, concretamente a México. Allí continuó viendo morir a los indígenas en números difíciles de imaginar.

En 1547 regresó definitivamente a España donde publicó, debatió y terció incansablemente en favor de los derechos humanos, incluyendo en esta última etapa a los nativos africanos. 

Hay que decir que Bartolomé no estuvo solo. Antes y después de él, muchos religiosos españoles lucharon incansables por los derechos indígenas. Es importante recordar que hace 5 siglos, muy poca gente, aparte de los clérigos, sabía leer y escribir. Bartolomé y muchos otros misioneros que viajaron a América componían la élite cultural española. Defendieron al indígena al tiempo que fundaban colegios, universidades u hospitales, cuando no dirigían expediciones científicas con objeto de cartografíar las tierras inexploradas así como describir la fauna y la flora que las habitaban. 

Las palabras de Bartolomé de las Casas

Los textos y cifras más citadas están sacados principalmente de dos de sus obras:

La Brevísima es la que contiene los números más abultados. He enlazado el texto completo que consiste en una enumeración de hechos y cifras de los sucesos que, según su autor, acontecieron en cada una de las regiones americanas controladas por los españoles entre 1492 y 1540. Cito textualmente algunos fragmentos:

Número total de muertos a manos de los españoles (en esos primeros 50 años):
derramar tan inmensa copia de humana sangre e despoblar de sus naturales moradores y poseedores, matando mil cuentos (cuento = millón) de gentes, aquellas tierras grandísimas, e robar incomparables tesoros

En las islas del Caribe: 

islas grandes e chicas, e que la peor dellas es más fértil e graciosa que la huerta del rey de Sevilla, e la más sana tierra del mundo, en las cuales había más de quinientas mil ánimas, no hay hoy una sola criatura. Todas las mataron trayéndolas e por traellas a la isla Española

Sobre la isla de la Española (actual Haití y Rep Dominicana):

Tiene de ancho cinco leguas y ocho hasta diez y tierras altísimas de una parte y de otra. Entran en ella sobre treinta mil ríos y arroyos, entre los cuales son los doce tan grandes como Ebro y Duero y Guadalquivir; y todos los ríos que vienen de la una sierra que está al Poniente, que son los veinte y veinte y cinco mil, son riquísimos de oro.

Islas de San Juan y Jamaica:

había en las dichas dos islas más de seiscientas mil ánimas, y creo que más de un cuento (un millón), e no hay hoy en cada una doscientas personas, todas perecidas sin fe e sin sacramentos.

Cuba:

súbitamente se les revistió el diablo a los cristianos e meten a cuchillo en mi presencia (sin motivo ni causa que tuviesen) más de tres mil ánimas que estaban sentados delante de nosotros, hombres y mujeres e niños. 

Oficial del rey hobo en esta isla que le dieron de repartimiento trescientos indios e a cabo de tres meses había muerto en los trabajos de las minas los docientos e setenta, que no le quedaron de todos sino treinta, que fue el diezmo. Después le dieron otros tantos y más, e también los mató, e dábanle más y más mataba, hasta que se murió y el diablo le llevó el alma.

En tres o cuatro meses, estando yo presente, murieron de hambre, por llevarles los padres y las madres a las minas, más de siete mil niños. 

Tierra firme:

Capitán hubo suyo que en una entrada que hizo por mandado dél para robar y extirpar gentes, mató sobre cuarenta mil ánimas

Nicaragua:

Más oro robaron en aquel tiempo que aquel reino (a lo que yo puedo juzgar), de un millón de castellanos, y creo que me acorto, e no se hallará que enviaron al rey sino tres mil castellanos de todo aquello robado; y más gentes destruyeron de ochocientas mil ánimas. Los otros tiranos gobernadores que allí sucedieron hasta el año de treinta y tres, mataron e consintieron matar, con la tiránica servidumbre que a las guerras sucedió los que restaban.

Enviaba españoles a hacer entradas, que es ir a saltear indios a otras provincias, e dejaba llevar a los salteadores cuantos indios querían de los pueblos pacíficos e que les servían. Los cuales echaban en cadenas porque no les dejasen las cargas de tres arrobas que les echaban a cuestas. Y acaesció vez, de muchas que esto hizo, que de cuatro mil indios no volvieron seis vivos a sus casas, que todos los dejaban muertos por los caminos. 

murieron de hambre más de veinte o treinta mil ánimas e acaesció mujer matar su hijo para comerlo de hambre.

han sacado de aquella provincia indios hechos esclavos, siendo tan libres como yo, más de quinientas mil ánimas. Por las guerras infernales que los españoles les han hecho e por el captiverio horrible en que los pusieron, más han muerto de otras quinientas y seiscientas mil personas hasta hoy, e hoy los matan. En obra de catorce años todos estos estragos se han hecho. Habrá hoy en toda la dicha provincia de Nicaragua obra de cuatro mil o cinco mil personas, las cuales matan cada día con los servicios y opresiones cotidianas e personales, siendo (como se dijo) una de las más pobladas del mundo. 

Guatemala:

Y este tirano mesmo escribió que era más poblado que el reino de Méjico e dijo verdad: más ha muerto él y sus hermanos, con los demás, de cuatro y de cinco cuentos de ánimas en quince o dieciséis años, desde el año de veinte y cuatro hasta el de cuarenta, e hoy matan y destruyen los que quedan, e así matarán los demás. 

Venezuela: 

Más han muerto y destruído y echado a los infiernos de aquellas innocentes generaciones, por estrañas y varias y nuevas maneras de cruel iniquidad e impiedad (a lo que creo) de cuatro y cinco cuentos (millones) de ánimas

Perú:

fueran cuatro y cinco mil españoles y se extendieron por muchos y grandes reinos y provincias. Más faltan y han muerto de aquellos reinos hasta hoy (e que hoy también los matan) en obra de diez años, de cuatro cuentos (millones) de ánimas.

La famosa leyenda Negra. 

Los escritos de Bartolomé de las Casas fueron empleados por Inglaterra y Holanda primero, cuando copias de sus trabajos fueron traducidas a partir de 1570, y por el resto de Europa y los EEUU más tarde, para crear la llamada Leyenda Negra. Esta leyenda tuvo un objetivo doble: demonizar la colonización española y ocultar los desmanes de los países que la promulgaron. 

Así, de las Casas pronto se convirtió en una especie de salvoconducto de otras potencias colonizadoras para cometer todo tipo de tropelías. Por cruentas que fuesen nunca llegarían a las descritas por el fraile español. 

¿Qué ocurrió realmente?

¿Pudieron 19000 españoles, cuya única arma de fuego hasta 1540, el arcabuz, pesaba 8 kg y necesitaba entre 3 y 5 minutos para ser recargada, matar a más de 30 millones de indígenas en unas pocas décadas?, ¿Yendo además contra las leyes promulgadas por sus monarcas? Parece no ya imposible, sino absurdo. Sin embargo, quedan pocas dudas de que decenas de millones de indígenas murieron. Y de que, por tanto, de las Casas se aproximó bastante al contabilizar el número de bajas.

¿Eran los españoles técnicamente capaces de masacrar a tal número de indígenas? Por poner un ejemplo con un número de víctimas en el mismo orden de magnitud, el ejército nazi mató a unos 27 millones de rusos durante la Segunda Guerra Mundial [2]. Sin embargo, el ejército alemán desplegado en la operación Barbarroja contaba con casi 4 millones de efectivos más otros 4 que se unieron después. También contaban con armamento moderno, incluyendo tanques y aviación, y seguían ciegamente las órdenes de Hitler, que consideraba a los eslavos como una raza inferior que debía ser aniquilada. 

La respuesta al misterio, que hoy parece obvia, es que decenas de millones de indígenas americanos murieron de enfermedades traídas inadvertidamente por los españoles. Enfermedades como la viruela y el sarampión, a las que los amerindios jamás se habían enfrentado. El contagio, en ciudades tan grandes (Cuzco o Tenochtitlán superaban en tamaño a cualquier ciudad europea de entonces) e imperios tan bien comunicados como los precolombinos, fue rapidísimo. El caso mejor documentado fue el del Imperio Méxica, que fue azotado por epidemias constantes a partir de la llegada de los españoles, lo que redujo su población según un estudio de la Universidad de Berkeley de 25 a 5 millones en la época Bartolomé de las Casas, y a un escuálido 3% un siglo después de la cosquista de Hernán Cortés. 

Es muy probable que de las Casas supiese perfectamente que lo que estaba matando a la inmensa mayoría de los los indígenas no eran los españoles, ya fuera por la guerra, la esclavitud o el maltrato general. Sin embargo, parece que, de saberlo, prefirió obviar ese detalle por el bien mayor: proteger a los más débiles. 

El legado del colonalismo español

En lugar de para vilipendiar al imperio español, la figura de Bartolomé de las Casas bien podría usarse a partir de ahora para poner en evidencia los desmanes de otras potencias coloniales, y ensalzar los intentos de los gobernantes españoles por hacerle caso, y crear leyes que salvaguardasen a los indígenas, equiparando sus derechos a los de sus conquistadores. 

En los años 14931500, 1503, 1504, 1512 y 1542, gracias en buena medida a los testimonios de los religiosos españoles en América y a interminables debates en la Universidades españolas, los reyes españoles dictaron leyes que recogían principios tan avanzados como:

  • Exigencia de que se tratase amorosamente a los indígenas (1493)
  • Que los indios seguirían siendo los propietarios de las tierras que les pertenecían con anterioridad a la llegada de los españoles y prohibición de la esclavitud (1504). 
  • Las Leyes de Burgos (1512) establecían que los indios son libres y deben ser tratados como tales. Tienen obligación de trabajar de modo que sea de provecho para ellos y para la república. El trabajo debe ser conforme a su constitución, de modo que lo puedan soportar, y ha de ir acompañado de sus horas de distracción y de descanso. Han de tener casas y haciendas propias, y deben tener tiempo para dedicarlas a su cultivo y mantenimiento. Han de tener contacto y comunicación con los cristianos y deben recibir un salario justo por su trabajo. Las leyes prohibieron la aplicación de todo castigo a los indios y las mujeres embarazadas de más de cuatro meses eran eximidas del trabajo.
  • El rey Carlos I convocó en 1540 una junta de la Universidad de Salamanca, encabezada por Francisco de Vitoria que defendió la existencia de unos derechos universales de todos los seres humanos que ninguna persona podía eliminar.

Resulta curioso la relativa rapidez con la que se fueron escribiendo todas esas leyes y edictos. Parece claro que una y otra vez era necesario crear nuevas o matizar las anteriores pues, de alguna manera, la buena intención no era suficiente. 

Si bien las leyes promulgadas por los monarcas españoles no consiguieron acabar con muchos excesos, incluyendo la esclavitud (la última y definitiva abolición de la esclavitud tuvo que esperar hasta 1886), gracias a ellas, el imperio español es famoso por haber erigido hasta 27 universidades y centros de enseñanza superiores en los territorios de ultramar. Universidades en las que, como no podía ser de otra manera, eran admitidos también los nativos. Lo mismo pasó con los 843 hospitales, que admitieron a los indígenas desde el primero que se construyó en 1503. 

Los Reyes Españoles, desde el principio, consideraron los territorios conquistados provincias españolas, no colonias, y a sus habitantes, ciudadanos españoles. El mestizaje se produjo desde el inicio, alentándose desde la casa real. Como resultado de estas medidas, a principios de 1800 Mexico era tan rico y avanzado como cualquier ciudad Europea, según los datos recabados en sus viajes por un famoso protestante antiespañol como Humboldt

Si los reyes españoles defendieron la igualdad entre conquistadores e indígenas desde el principio, las potencias coloniales que vinieron más tarde defendieron su supremacía racial frente a los colonizados hasta el final. Pero de eso, hablaré en otros posts. 



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25 septiembre 2013

Vipássana: la historia

El ser humano inventó la agricultura hace 10.000 años en Mesopotamia. Sin grandes barreras naturales o climáticas, dicho conocimiento, y el de la ganadería, se extendió hacia el Este y, en el 7000 a.C., aparecieron los primeros cultivos en el valle del Indo.

5000 años después, hacia el II milenio a.C. el valle del Indo estaba en su apogeo. Rico en recursos gracias a sus ríos, contaba con más de 5 millones de personas y conocía la planificación urbanística, el alcantarillado o la escritura.

Sin embargo, al igual que sucedió en Mesopotamia, hacia el 1500 a.C. aquella civilización colapsó, probablemente por un cambio climático, dejando paso al dominio védico, un pueblo de pastores que acabó volviéndose sedentario.

Hacia el 600 a.C. el dominio védico se había traducido en 16 monarquías hereditarias, cuyos gobernantes, apoyados por sacerdotes, decían estar emparentados con dinastías celestiales. A veces decían descender del Sol y a veces de la Luna. Fuera como fuese, los ritos religiosos estaban controlados por una élite que también ostentaba el poder. En ese contexto apareció el Hinduismo.  Y aunque con raíces védicas, la nueva religión permitía una salvación más democrática, sin necesidad de pasar por los sacerdotes.

Perteneciente a un clan hinduista del reino de Sakia, al pie de los Himalayas, Buda Gautama disfrutó de todos los placeres de una vida principesca al mismo tiempo que vivió una época convulsa, en la que se atacaban los cultos establecidos. Como noble y persona instruida, Buda recibió una educación y se versó en la religión hinduista, que es monoteísta con múltiples manifestaciones divinas y cree en la reencarnación. A través de dichas enseñanzas, Buda aprendió diferentes métodos parra llegar a la liberación (fundirse con el dios único), algo que se alcanzaba deshaciéndose del karma, bueno o malo, que se arrastra de vidas pasadas.

Pero a Buda no parecieron terminar de convencerle los métodos que había aprendido. Era un noble. Tenía dinero, poder y todo lo que pudiera desear. Tenía también tiempo libre para practicar y pensar. Lo hacía y, aún así, no alcanzaba la liberación.

¿Qué buscaba Buda? ¿Buscaba simplemente dejar de sufrir? La liberación, según le habían enseñado, consistía en llegar a un balance nulo de karma. No tener cosas que pagar ni cosas que recibir al finalizar su vida le harían fundirse con la Luz divina. Ése era su objetivo. Buda no sólo buscaba no tener que sufrir sino que también buscaba no recoger más frutos de buenas acciones en vidas futuras, porque eso también significaba reencarnarse. Si quería iluminarse, tenía que distanciarse de sus acciones, de manera que dichas acciones no entrasen a formar parte de su cuenta de resultados del karma.

Así que ideó su propio método. Un método con el que poder alejarse en vida de lo que sentía su cuerpo, haciéndole capaz de no seguir sus impulsos, ni los buenos ni los malos. Había creado Vipassana. Una técnica que, desde un punto de vista práctico, te permite pararte a pensar y tomar mejores decisiones.

De paso, también había fundado el budismo. Pero eso es otra historia.

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23 diciembre 2012

El sentido de la fe


¿Qué es la fe? ¿Para qué sirve? ¿Supone una ventaja o una desventaja?

La fe se puede definir como el conjunto de creencias de una persona o de un grupo. Y nadie se libra de ella. Ni siquiera los flamantes científicos armados con su brillante método: 2 de cada 3 de los estudios que se publican se muestran falsos al intentar replicarlos. Incluso las personas mejor preparadas se dejan llevar por sus creencias y manipulan o tergiversan los resultados de sus experimentos para que estén de acuerdo con sus hipótesis iniciales. Y si el porcentaje de errores, aplicando la mejor herramienta que conocemos para ser objetivos, es de un 67% ¿a cuánto se elevará en la vida cotidiana la influencia de la fe?

¡Pero oiga! El hombre es un animal racional, ¿no? La respuesta es básicamente ésa: no. Es cierto que resulta mucho más agradable pensar que sí lo somos, pero la mayoría, la inmensa mayoría de nuestros razonamientos, son a posteriori. Es decir, razonamos después de actuar. Intentamos explicarnos a nosotros mismos por qué hemos hecho algo de una u otra forma, pero casi siempre después de, no antes. Y, al igual que nos gusta pensar que somos racionales (porque la alternativa no es muy agradable), también nos gusta dar razones placenteras, que concuerden con nuestras creencias o valores, a nuestros actos pretéritos.

Lo curioso es que todos somos así. Ese no ser racional está en nuestros genes. Nuestro cerebro no es una máquina sino que funciona tomando decisiones por la vía emocional. Y no le ha ido mal. Hemos sobrevivido. Con lo cual, de alguna forma, esta forma de funcionar ha de ser adaptativa, útil. O lo que es lo mismo, sin la fe nos habríamos extinguido.

Ésta es la hipótesis del documental Homo Sapiens-Prehistoria, de Juan Luis Arsuaga. En él se ofrece una explicación a por qué el ser humano se aventuró más allá de las más altas montañas y los más profundos océanos. Normalmente se da por cierto que de África salieron los primeros hombres obligados por la enorme sequía que asolaba el continente. Pero ¿qué les llevó a cruzar el congelado estrecho de Bering a pie? ¿y a escalar los Alpes, o el Himalaya? ¿Qué les impulsó a enfrentarse al océano y navegar durante días sin rumbo hasta llegar a Australia? ¿Fueron impulsados por una fe irracional, pero útil para la especie? ¿Les guiaron los más fervientes de entre ellos haciendo del Sol, Las Montañas o el Océano su dioses? Es posible.

¿Entonces está el ser humano preparado para ser un creyente? No sólo eso, sino que ser un gran creyente le ofrece una ventaja a quien lo es. ¿Ejemplos? Una de las características principales de las personas creativas es la enorme fe que depositan en sus ideas. Una persona muy segura de si misma (algo que objetivamente no podría darse), atrae mucho más que una dubitativa. Este deseo de seguridad lo utilizan las religiones o, más bien, los líderes religiosos. Imponen un orden, que les suele beneficiar más pronto que tarde, a cambio de ese plus que da creer en algo.

Y, sin embargo, ninguno de los dioses que se han ido revelando, a los distintos profetas que han existido, han tenido a bien contarnos nada acerca de las características del mundo que no podemos captar con nuestros sentidos. Ninguno de esos dioses nos habló nunca del espectro electromagnético no visible (de los Rayos X, por ejemplo) o de los electrones. Ninguno nos explicó la fotosíntesis, las vacunas, la penicilina o el ADN. Curiosamente, ninguno de esos dioses nos descubrió nada que no fuera conocido ya en la época de sus apariciones.

Si estamos donde estamos es gracias a gente que tuvo más fe en si misma que la que le ofrecían sus dioses.  Los seres humanos sobrevivimos como especie gracias a creencias inquebrantables, personales o grupales (aunque no fuera lo único que nos ayudó). Y, aunque se equivocaran en un 67% de las veces, los científicos han hecho nuestro planeta mucho más habitable. La pregunta es, ¿ahora que nuestra especie no corre peligro, no convendría alimentar nuestra capacidad de creer con nuevos objetivos? ¿Por ejemplo, con el de incrementar un poco ese 33% de resultados válidos alcanzados gracias a la fe y al método científico?


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04 febrero 2010

Paseando por menéame

Si la teoría de la evolución es correcta la homosexualidad debería presentar algún tipo de ventaja adaptativa.

Una de las ideas más interesantes surgidas en los últimos años en relación a este debate toma como punto de referencia la función que desempeña el comportamiento homosexual en las sociedades humanas. La hipótesis básica sobre la que descansa esta idea es que la sexualidad humana puede tener otros propósitos aparte de los puramente reproductivos. De hecho, la historia escrita de la humanidad abunda en ejemplos que permiten apreciar con claridad el importante papel social reservado a la sexualidad [...].
Con todo, el mayor apoyo a esta hipótesis proviene de la propia extensión que alcanza el comportamiento homosexual entre los primates no humanos. [...]por lo menos 33 especies de primates, sin contar a la especie humana, exhiben comportamientos homosexuales.


El mito de los zahoríes, desvelado.

Extenso artículo que desvela los trucos del supuesto don que tienen algunas personas para encontrar corrientes de agua subterránea. C&P: «Mis lectores se estarán preguntando… “¿Chema, que es el tío más escéptico y una de las bestias anticonspiranoicas y antipseudocientíficas más terribles de la internet en castellano, admite que existen los zahoríes?” Pues sí. Como existir, esas personas existen. “¿Y descubren agua?” Sí. Ahí tenéis la prueba, en mi pozo. “¿¿¿Y de verdad tienen poderes, entonces???” Qué coño van a tener poderes ni hostias.»

La inexistente separación mitología-estado: Esperanza Aguirre visita el Instituto Homeopático y Zapatero cita la Biblia mientras reza con Obama.

Si te gustan las historias, menéalas.

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10 noviembre 2009

Aprendiendo matemáticas: los conjuntos y la intersección.



















Lo de Drácula no acabo de verlo claro... Via Pharyngula

Edito: en el facebook de Nacho Escolar, Luis Fernando Areán me corrige el título: efectivamente no son grupos sino conjuntos.

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19 junio 2009

Vicente Ferrer

El País:

Hay religiosos cuya sola existencia hace disculpar las muchas desgracias y atrocidades que han causado a la humanidad las religiones de uno u otro signo. El jesuita Vicente Ferrer es uno de ellos.

Ferrer nació en Barcelona el 9 de abril de 1920. No era buena fecha para venir al mundo en España. Debió pensarlo un jovencísimo Vicente Ferrer el día en que, a los 16 años, pidió el carné del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). Pronto fue llamado a filas para luchar en la guerra incivil que desató en el verano de 1936 un golpe militar nacionalcatólico. Le tocó batallar en el Ebro en 1938. En la retirada del ejército vencido hacia Francia, tras la caída del frente de Cataluña, Ferrer fue internado en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. No había cometido delito alguno, salvo el ser joven y revolucionario, pero fue entregado por las autoridades francesas a las franquistas en Hendaya, e internado en el campo de concentración de Betanzos. Allí pasó lo que quedaba de 1939. Liberado, tuvo que cumplir de nuevo el servicio militar: en total siete años de movilización contando los años de guerra, la reclusión en los campos de castigo y de nuevo el servicio militar. Pese a todo, conservó las ganas de luchar. En 1944 abandonó sus estudios de Derecho y se hizo jesuita, con la idea de "ayudar a los demás".

En 1952 es enviado a Mumbai como misionero para completar su formación espiritual. Es su primer contacto con la India. Ya no paró de trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país.


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20 octubre 2008

Estudios para la paz

200 estudiantes de de más de 80 nacionalidades distintas son admitidos cada año en el instituto preuniversitario de Nuevo México United World College of the American West (UWC-USA).

En el resto del globo, otros 12 institutos UWC, 4 en Europa, enseñan a sus alumnos antropología, sociología, ciencias políticas, teología e historia con el objetivo de descubrirles las raíces del conflicto, transformar las causas subyacentes, desarrollar estrategias preventivas y enseñar habilidades para su resolución.

Dentro del aula se aprende a desarrollar la espiritualidad común a todas las religiones, aquello que une a las personas. En cambio, se trata de evitar que una religión en concreto o cualquier ideología política se adueñe de la institución.

Mientras tanto, como en cualquier universidad, se realizan investigaciones de todo tipo. Temas de estudio no faltan: terrorismo, conflictos internacionales, guerras, violencia de cualquier clase o condición... La única premisa para hacerlo es que la solución sea la paz.

Visto en el Herald Tribune.

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15 septiembre 2008

La iglesia de Inglaterra "evoluciona"

La Iglesia de Inglaterra se dispone a pedir disculpas a Charles Darwin por haberse opuesto de manera "excesivamente emocional" a su teoría de la evolución, publicada en 1859 bajo el título "El origen de las especies por medio de la selección natural".

Según informa The Daily Telegraph la declaración de disculpas ha sido redactada por el reverendo Malcolm Brown, el director de misión y asuntos públicos de la Iglesia de Inglaterra, y será hecha pública mañana, lunes, a través de una web de la propia iglesia anglicana que promoverá las ideas de Charles Darwin.
Visto en Público.

No sé yo si en EEUU los católicos van a seguir su ejemplo. ¿Y en España?

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13 septiembre 2008

La raíz de todos los males

"El afán de tener, de poder e incluso de saber desvían al hombre de Dios".
Benedicto XVI, iluminado.

Qué tiempos aquellos en los que Dios les permitía e impulsaba a quemar en las hogueras libros y personas "desviadas"; premiándoles además con un creciente poder y fortuna para su iglesia.

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04 agosto 2008

Correlación religión-enfermedades ¿plausible?

Leo en Público:

Un estudio, publicado en el último número de la revista Proceedings of the Royal Society B, concluye que la existencia de patógenos tiende a reducir el tamaño de las sociedades tradicionales, que se aíslan de otros grupos para evitar contagios.

Ninguna de las variables estudiadas –la superficie del país, su número de habitantes, la libertad de creencias y las desigualdades económicas– trastoca la correlación del biólogo estadounidense Corey Fincher, de la Universidad de Nuevo México (EEUU). “Es necesario reconsiderar la naturaleza de la religión. Aunque, aparentemente, su función es establecer un marcador social, capaz de cohesionar a un grupo, en su nivel fundamental nace para evitar las infecciones”, asegura.
A mí personalmente me parece que la explicación es, como poco, muy imcompleta. Y, puestos a dar una razón universal, me sigue gustando la de Bertrand Russell:
Creo que la religión está basada primordial y principalmente en el miedo. Es en parte el terror a lo desconocido y en parte, como ya he dicho, el deseo de sentir una especie de hermano mayor que te protegerá en todas las aflicciones y disputas. [...] Un mundo bueno necesita conocimiento, bondad y valor; no necesita de un anhelo lleno de pesar del pasado, ni el encadenamiento de la inteligencia libre por las palabras proferidas hace mucho tiempo por hombres ignorantes.
Esta contendría sin ningún problema a la de las enfermedades pero también al resto de casos que la hipótesis del señor Fincher no consigue explicar.

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13 julio 2008

Ciencia y religión: como el agua y el aceite.

[...]la paleontología permite superar conceptos no científicos, procedentes de la mitología o de la interpretación de la cosmología de cualquier religión al uso. En este sentido hay un caso muy conocido, que es el del obispo anglicano James Usher, que en el siglo XVII dijo que la Tierra había sido creada hace unos 6.000 años, basándose únicamente en las Sagradas Escrituras. Las Sagradas Escrituras, obviamente, son un libro religioso. Yo, por supuesto, respeto las creencias de cualquiera, pero una cosa es la ciencia y otra cosa es la religión, y no se pueden mezclar, por lo menos en lo que se refiere a la interpretación de fenómenos naturales. Otra cosa distinta es que uno crea en la intervención de un ser ultranatural en toda la concepción histórica del mundo. No obstante, ese ser ultranatural no es demostrable desde el punto de vista científico; así que por lo tanto, tenemos que mantenerlo al margen.
José Luis Sanz, catedrático de paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid, en una entrevista para Público.

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16 mayo 2008

Me has convencido, toma todo mi dinero

Cada vez tengo más claro que los humanos somos especiales.

Un estudio realizado con bancos de peces (más o menos numerosos) ha llegado a la conclusión de que, aunque dentro de los grupos hay líderes que dirigen al resto, se necesita un cierto consenso, un umbral de individuos a favor, para que el banco siga a los líderes. Es decir, nunca (ojo con la palabra), nunca un banco de peces seguirá a un único individuo y, cuanto mayor sea el grupo, más grande deberá ser también la punta de lanza (o número de líderes). Este clase de comportamiento se había detectado ya en insectos (abejas, cucarachas u hormigas) pero es la primera vez que se observa en animales con un cerebro relativamente complejo.

Mientras, nosotros, los especiales, nos vemos impelidos a imitar a cualquier individuo que se para en mitad de la calle a mirar... nada. Por no hablar de lo que nos gusta pertenecer, y someternos, a grupos liderados por una sola persona (o divinidad). Aunque el resultado sea la muerte, aunque el resultado sea provocar la muerte.

En cualquier caso parece complicado que vayamos a cambiar a estas alturas porque, en contra de lo que se creía, lo que más nos diferencia del resto de las especies, nuestra "función ejecutiva" cerebral, parece tener un 99% de herencia genética. Es decir, nuestro potencial al nacer no cambia con los años. A la hora de tomar decisiones seremos, más o menos, igual de buenos o malos toda la vida. Y la experiencia demuestra que, salvo contadas excepciones, todos lo hacemos bastante peor que los peces en ese menester.

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07 mayo 2008

La evolución es guay

Por ejemplo la del ojo:



Visto, de nuevo, en el blog de Greg Laden.

Aunque nos resulte difícil de creer, en muchos estados de EEUU se aboga por enseñar que la evolución no existe, cambiando la ciencia por las doctrinas religiosas al respecto.

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12 marzo 2008

Unas cuantas notas rápidas.

1. De cómo la Wii puede ayudarnos a aprender porque realizamos movimientos con ella (se comprueba así la relación entre el aprendizaje y la percepción de un movimiento asociado).

2. ¿Y si Moisés hubiese ido puesto hasta las cejas de alucinójenos cuando hablaba con Yavéh? Un estudioso judío hipotetiza acerca de la posible droga divina.

3. El autocontrol cansa. Y mucho. Un estudio revela las altas cantidades de glucosa que se consumen en el proceso de resistirse voluntariamente a realizar algo.

4. De cómo las mariposas recuerdan cuando eran larvas a pesar de que su cerebro desapareció para crearse uno nuevo en el proceso. ¿Podría esto a ayudar a entender cómo funciona la memoria en los humanos, que dependen de un cerebro cuyas neuronas mueren sin parar?

5. En el MIT han conseguido saber cuál de entre 1000 imágenes está mirando una persona sólo con observar cómo responde su cerebro. ¿Será esto el primer paso hacia de la grabación de los sueños?

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10 septiembre 2007

Pues algo de razón tiene

El Papa Benedicto XVI pidió el domingo a los católicos mantener un día sabático para la reflexión sobre su fe y el destino del planeta, y les recomendó no rendirse ante "el desenfreno del mundo moderno".

El Papa afirmó que las sociedades de Occidente han transformado los domingos en días en que las actividades de ocio han eclipsado el significado de la jornada, que debería estar dedicada a Dios.
Visto en 20 minutos.

Aunque eso de hacerlo sólo un día a la semana se me antoja cumplir a la perfección con el "a dios rogando (en domingo) y con el mazo dando (el resto de los días)".

Mi idea sería más bien reflexionar durante seis días y dedicarse al ocio en el séptimo (lo de ir a un sitio los domingos y adorar a algo que sólo puedo imaginar nunca se me dio bien).

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07 septiembre 2007

Las creencias religiosas de los médicos

Y cómo pueden afectar al paciente...

Un estudio realizado en EEUU con 1144 médicos, 100 de ellos psiquiatras, ha revelado que estos últimos son la especialidad menos creyente de todas.

¿El porqué? Como dice Vaughan es muy probable que los psiquiatras, cansados de descubrir que las experiencias espirituales que les cuentan sus pacientes puedan explicarse fácilmente desde un punto de vista médico, sean más escépticos que el resto de sus colegas de otras especialidades.

Además, se comprobó que existe una tendencia muy acusada por parte del resto de médicos, cuando son creyentes, de enviar a sus pacientes con problemas mentales a un sacerdote de su religión antes que a un psicólogo o psiquiatra.

De todas formas las diferencias son más bien pequeñas: judíos (29% psiquiatras - 13% médicos), sin religión (17% - 10%), protestantes (27% - 39%) católicos (10% - 22%), o considerarse espirituales en lugar de religiosos (33% - 19%).

Vamos que, en USA, donde se ha hecho el estudio, un 83% de los psiquiatras profesan alguna religión, frente al 90% de médicos... Elucubrando sobre el asunto se me ocurre que una posible razón, para unos porcentajes tan altos, sea la simple supervivencia: a lo mejor siendo un psiquiatra religioso el médico de turno, de tu misma religión, te envía su paciente con problemas a ti en lugar de al sacerdote. Y, al precio que cobra un psiquiatra americano sus consultas, se podría aplicar aquello de "París bien vale una misa". :-p

Visto en Mind Hacks.

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02 agosto 2007

Ha llegado el momento

Jesús está a punto de volver.

Una joven científicamente virgen ha descubierto que está embarazada de mellizos, según publica el diario chileno La Estrella del Norte.

Los médicos la examinaron y descubrieron que la mujer tiene su himen intacto, por lo que es, científicamente, virgen.
Pero si son mellizos... a ver si uno va a ser el antricristo.

La explicación de lo que debió pasar aquella vez hace 2000 años sale a la luz:
El jefe de la unidad de Ginecología y Obstetricia del Hospital Regional explica en el diario chileno que, aunque se tenga la ropa interior puesta, si existe un contacto entre el pene y la vagina, puede producirse una inseminación al interior del útero.
Y aquí una nueva profecía:
El médico chileno ha asegurado que no es el primer caso de este tipo que trata y está convencido de que no será "el último".
Hay que estar preparados.

Visto en 20minutos.

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01 agosto 2007

Los beneficios de la religión

Si tus padres son religiosos y viven en Massachusetts pueden obtener un salvoconducto para... evitar que te vacunen.

¿Has visto qué bien?

Y si te mueres de lo que no estás vacunado podrás estar contento porque habrá sido voluntad de tu dios.

Visto en Respectful Insolence.

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30 julio 2007

No usarás el nombre de dios en vano

Sobre todo si te pueden pillar:

Enrico Righi, un sacerdote italiano, escribió en un boletín parroquial que Jesucristo existió.

Luigi Cascioli lo ha denunciado por incumplir unas leyes referentes al "abuso de las creencias populares" y la "suplantación de identidad".

La Corte Europea de Derechos Humanos en Estrasburgo ha aceptado la denuncia y lo llevará a juicio.

La Iglesia tendrá que demostrar que Jesús existió.
Vía 20minutos.

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