Imaginemos dos pueblos, Villarriba y Villabajo. La distancia (d) entre ambos se puede medir en función de tres coordenadas: latitud (a), longitud (b) y altura (c).
Imagen tomada de http://www.geometriadinamica.cl/ |
Con esa forma de medir, prácticamente no se encontraba distancia entre hombres y mujeres, y la que había se solía explicar mediante un rasgo llamado "Sensibilidad", que en algunos sitios se denominada directamente "Masculinidad/Feminidad"
Pero, como se puede ver en la figura de arriba, la distancia auténtica (d, que ahora pasa a llamarse D) es de casi 5200m. (utilizad el teorema de Pitágoras un par de veces para calcularlo).
Aplicando el "nuevo" método, el Multivariado, y no a 3 sino a 16 variables de personalidad, las diferencias entre hombres y mujeres parecen haberse disparado (lo cual es una gran novedad).
Y lo que es más, aunque la "Sensibilidad" sigue siendo la característica que más aporta a las diferencias, ha perdido importancia con respecto al total. Así, con el nuevo método, casi cada rasgo que conforma la personalidad de una persona contribuye a que se diferencie, de forma global, de otra del sexo contrario. Es decir, uno a uno, los 16 rasgos que conforman nuestra personalidad (según la mejor de las aproximaciones), pueden no mostrar que exista una gran diferencia entre sexos, pero si van añadiéndose a la distancia total con el nuevo método, ésta sí se incrementa espectacularmente. Puede que incluso sea eso, ese total, lo que percibimos cuando pensamos que hombres y mujeres somos tan diferentes.
En realidad, en el estudio realizado con una muestra de 10.261 norteamericanos (mitad hombres, mitad mujeres), mayoritariamente de raza blanca (70%) y con niveles superiores de estudios, se han introducido otro par de novedades a la hora de realizar los cálculos. Pero la diferencia principal, como se observa en el gráfico, proviene del cambio en la forma de medir esa distancia. Con el nuevo método, en el "peor" de los casos, hombres y mujeres sólo nos solapamos en un 10%. Con el método antiguo las semejanzas oscilaban entre el 70 y el 90%, que es lo que aparece en los manuales de psicología y se enseña y aplica en las universidades.
Enlace al estudio en PloS ONE. El test de personalidad que se ha empleado es el 16pf5 Quinta Edición.
Enlace al artículo de El País donde lo he visto. El artículo es un poco lioso porque, primero, mezcla dos estudios diferentes, uno para las diferencias en inteligencia y éste para las de personalidad. Y segundo, hace ver que los investigadores del estudio de personalidad se decantan por la versión evolutiva, cuando en el estudio sólo se habla de ella como el extremo de un continuo de resultados, el extremo en el que las diferencias entre sexos son mayores. El estudio no se decanta por esa vertiente, al menos de forma explícita, sino que, ante las diferencias manifiestas entre las teorías existentes hoy en día, se marca como objetivo hacer medidas más exactas que ayuden a elegir una teoría integradora.
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