Ayer comenzó la 1ª Mostra de Cinema Ibérico. 14 películas españolas y portuguesas. El día del estreno lleno a rebosar. Y como primera película "Mar Adentro", de Alejandro Amenábar.
A continuación fuimos de nuevo al club sueco. Había una conferencia sobre las palancas negras. El animal que da apelativo al equipo de fútbol nacional. Durante los 30 años de guerra civil que ha padecido Angola, la población, pobre, pero bien provista de armas, cazaba para sobrevivir. La variada y rica fauna que poblaba el territorio angolano se fue reduciendo hasta casi la extinción de muchas especies. Rinocerontes, leones, hipopótamos, elefantes, cebras o palancas negras, que antes abundaban, tuvieron que elegir entre emigrar o desaparecer.
Resulta curioso que la población negra rehuyese cazar durante años el ganado que, tras la marcha de los portugueses, quedó en libertad. Se negaban, todavía por miedo al amo blanco, a disparar a aquellas piezas suculentas mientras no les importaba (el hambre es lo que tiene) diezmar las especies salvajes.
Las palancas negras emigraron para sobrevivir (o más bien sólo sobrevivieron las que emigraron). No hace mucho el gobierno creo un plan de conservación para ellas. Para atraerlas de nuevo a su país de origen. Por lo que oí ayer, matar una está penado, pero se sigue haciendo, y, a según qué niveles, presumiendo de ello.
17 noviembre 2006
Festival de cine Ibérico y palancas
Publicado por Un barquero chiquitito en 10:39 a. m.
Temática:
Vivencias Angola
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