Dentro de un día tendremos que retrasar nuestros relojes una hora. Este pequeño cambio, que compensamos adelantando las manecillas en marzo, ahorra al mundo un buen montón de energía.
Sin embargo las consecuencias para nuestro organismo de esa repentina "hora menos" pueden poner en entredicho las ventajas del ahorro energético. Un reciente estudio dice que a nuestros sistemas circadianos (relojes biológicos que regulan nuestra actividad corporal en función de la luz y la temperatura) les cuesta semanas reajustarse y que, en algunos casos, el reajuste nunca llega a buen término.
Via a Blog Around the Clock.
26 octubre 2007
El cambio horario y los ritmos circadianos
Publicado por Un barquero chiquitito en 11:13 p. m.
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