Un emigrante angoleño de 35 años y su hijo de 13 llegaron a Inglaterra y se quedaron de forma ilegal. El gobierno de aquel país, siguiendo sus normas, les quería mandar de vuelta. Pero el padre, para salvaguardar el futuro de su hijo, se ahorcó. De esta forma, el niño cumplirá los 18 en Inglaterra, momento en el cual podrá pedir asilo en aquel país.
La historia tiene ya un año. Pero en Angonoticias se acaban de hacer eco. Además, yo no lo sabía.
23 septiembre 2006
El hombre que murió.
Publicado por Un barquero chiquitito en 7:10 p. m.
Temática:
Guerra o violencia
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4 comentarios:
seguramente, cuando acabe cumpliendo los 18 años se colgará él también.
Ya tengo un troll. :-)
David "el Gnomo" también era inmigrante,
Caray, qué contundencia de razones.
Verdaderamente lamentable.
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