Todo comienza con los circuitos de recompensa de nuestro cerebro. Recordemos que esa cosa grisácea que tenemos dentro del cráneo controla todo lo que sucede dentro y cerca de nuestro cuerpo. Así que, cuando nuestras papilas gustativas detectan algo dulce introduciéndose en nuestro organismo (nada de bromas en este punto, por favor), nuestro cerebro dispara un montón de mecanismos de recompensa y se "imagina" que ese sabor dulce va asociado con montón de energía calórica. Es decir, nuestras neuronas se frotan las dendritas diciendo: qué bien sabe y cuánta energía me va a dar.
¿Qué ocurre cuando ese sabor dulce no va asociado a un aporte calórico? Que nuestras neuronas lo terminan detectando (cuando llega al intestino y se intenta obtener la glucosa) y, a partir de entonces, se fiarán menos de la asociación entre dulce y energía. De este modo, cuantos más alimentos dulces pero bajos en calorías tomemos más desconfiará nuestro organismo y más comida extra nos pedirá para hacerse con el aporte necesario.
Resultado: engordaremos.
Visto en The Frontal Cortex (donde habla de tres estudios, a cual más interesante, para respaldar esto).
09 junio 2008
Los dulces bajos en calorías hacen engordar
Publicado por Un barquero chiquitito en 10:50 p. m.
Temática:
Ciencia,
neurología,
Salud
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2 comentarios:
waaw, no lo sabia :|
sabia algo del indice glucemico, lei en un lado, no me acuerdo donde, qe cuando mas indice glucemico tenga un alimento como el pan blanco, mas vamos a pedir y sentir la sncacion de hambre... pero meimpreciono bastante je, grax x el dato :)
I love this post. I have always mistrusted those pesky sugar free treats, and now I know why!
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