Ayer en Teledeporte repusieron la final olímpica de baloncesto de los Angeles '84. En ella unos amateurs encabezados por Michael Jordan y Patrick Ewing dominaron sin apenas esfuerzo a unos experimentados españoles, y por momentos desquiciados ante la velocidad e intensidad americanas.
24 años después le han tenido que perdonar una quincena de infracciones al equipo americano, ahora sí compuesto por las más grandes estrellas de la NBA, para que pudiera ganarle a unos españoles que, inmensos, inspirados y con una enorme capacidad de sufrimiento y espíritu de equipo, han copiado y mejorado la magia que, hasta hace poco, creíamos propiedad exclusiva de los estadounidenses.
Contraataques, robos de balón, alley hoops, pases sin mirar, vertiginosas circulaciones de balón, canastas y mates in your face (lo de Rudy Fernández ha sido para enmarcar), bombas (un recurso técnico made in Navarro) y, para rematar, oficio y esfuerzo, perfectamente coordinados y dirigidos desde el banquillo, han puesto a la mejor selección estadounidense al borde del precipicio. Y puede que hubieran caído si no hubiese sido por los árbitros.
Con las reglas FIBA en la mano, dar uno, dos (o tres) pasos antes de botar el balón es una infracción. Al permitírselo a los jugadores USA (en la NBA no se castiga), estos obtienen una gran ventaja: durante esos 2 ó 3 pasos no se exponen a la defensa rival pues mantienen el balón en sus manos. Mientras tanto, el resto de jugadores sí botan antes de dar el primer paso (porque así es el reglamento en el resto del mundo, y también en los juegos olímpicos). De esta manera, el defensor atento tiene más posibilidades de robar el balón y el atacante no obtiene tanta ventaja al verse obligado a emplear parte de sus recursos en proteger la pelota (antes los utilizaba por completo en el desplazamiento). Por último, el que no se los piten también beneficia al equipo USA a la hora de lanzar un contraataque pues, al no tener que botar nada más recibir la pelota se pueden adelantar a los defensores.
Veámoslo en imágenes gracias al vídeo, censurado en Youtube, de Piti Hurtado | via tubasket:
El final del encuentro ha estado marcado por dos técnicas pitadas a España tras las enésimas protestas del cuerpo técnico y de los jugadores al trío arbitral. El partido estaba ya perdido pero había que denunciar la situación. En la última posesión Navarro ha vuelto a hacerlo, cometiendo pasos a propósito ante los colegiados que se han negado a pitárselos al equipo USA durante todo el campeonato.
El problema es grave porque en toda competición deportiva el primer requisito es que, si hay reglas, éstas sean pactadas de antemano y cumplidas durante el transcurso del juego. Si uno de los participantes puede no hacerlo la competición se ve claramente adulterada. Es como si ahora de repente dejasen que algunos atletas se doparan. Obtendrían una clara ventaja. ¿Y qué diría el resto? Lo que los españoles hoy: que eso son pasos.
Actualización: enlace al partido completo en la web de RTVE.
2 comentarios:
A mí lo de los pasos me parece una chorradita comparado con el hecho de que los jugadores de la selección NBA son los únicos exentos de pasar controles antidopaje. Esta bajada de pantalones del COI ya ha durado dieciseis años, ya está bien.
Es verdad. El primer Dream Team, el auténtico, exigió como condición para acudir a los juegos no pasar controles antidopaje. Y supongo, aunque no lo sé, que el resto de los que han venido después han mantenido la misma postura (una vez más en la NBA son mucho más permisivos con eso).
Como tú dices, es una bajada de pantalones del COI. Esta visto que el espíritu olímpico está muy bien para los deportes que no mueven (mucho) dinero pero se hace la vista gorda cuando sí lo hacen.
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