La gente en Angola dice que es el mayor mercado al aire libre de toda África. Situado a las afueras de Luanda, cuesta 100 kwanzas llegar en kandongueiro desde la plaza del 1º de mayo pero, según dicen algunos, el montante por visitarlo puede salir mucho más caro: los mismos angolanos no se atreven a ir. Los que tienen algo de dinero, quiero decir.
El nombre del mercado proviene de una telenovela brasileña de los años 80 y es el sitio donde podrás conseguir de todo al precio más económico de Luanda. Incluido un asalto con arma blanca.
La única manera de ir "en modo turista" es rodearte de angolanos que te aprecien y te protejan mientras paseas por los kilómetros de puestos, ¡organizados y limpios!, que se extienden sin fin delante tuyo. Las casetas están hechas de un modo artesanal, con trozos de madera, telas, clavos y cuerdas. La parte que visité (porque no hay manera de ver todo en un día) no es muy diferente de un mercado de pueblo, multiplicado por un millón, claro.
Son los comerciantes los que cuidan de que no haya asaltos delante de sus negocios (no hay policía en Roque), aunque ser blanco (creo que no vi ninguno más en todo el tiempo que estuve allí) siempre te añadirá un 400% a cualquier cosa que quieras comprar.
Decididamente me gustan los mercados angolanos. También visité el de Benguela cuando estuve allí. Aquel estaba "metido" en un edificio de tres plantas. En ambos se dan los pasillos estrechos entre puestos, al más puro estilo de mercadillo y, de vez en cuando, la aglomeración de mujeres en la "sección" de ropa de ocasión (hasta me recordó a las rebajas del Corte Inglés).
Eso sí, me perdonarán que no hiciera fotos, fui con lentillas, sin móvil, con un pantalón roto, zapatillas sucias y camiseta sin distintivos. No estaba el tema para llevar la cámara. ;-)
10 septiembre 2007
Roque Santeiro
Publicado por Un barquero chiquitito en 11:46 a. m.
Temática:
Comercio,
Vivencias Angola
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