Leía hace unos días en Escolar el poco dinero, en comparación con el destinado a otras asuntos, que le otorga la UE al proyecto Erasmus. En España también tenemos una larga tradición de no querer gastarnos los cuartos en las futuras generaciones o en investigación. Y nos encontramos con casos como el de Zaragoza, donde:
Más de la mitad de los alumnos inmigrantes se concentran en apenas una decena de colegios públicos, de los 73 que hay en Zaragoza. En muchos de estos centros, la tasa de estudiantes extranjeros ronda el 90% del total de los matriculados y es frecuente encontrar aulas en las que sólo hay tres o cuatro niños nativos de aquí.Sin embargo, como ya comenté en otro post, en Zaragoza no hay medios para hacer frente a este aluvión de alumnos inmigrantes, muchos de los cuales no saben nada de castellano. La única solución, como bien saben los profesores americanos, es pedir dinero para contratar más personal de apoyo, para construir nuevas instalaciones... A lo mejor allí se lo dan.
Los concertados [que también cobran de las arcas del estado] se llenan a principio de curso y no asumen al alumnado que se incorpora fuera de plazo. «Muchos evitan a los extranjeros imponiendo uniformes o cuotas que muchas familias inmigrantes no pueden pagar», denuncia Pablo Palomero, de SOS Racismo.
5 comentarios:
te invito a mi blog, para que compartamos realidades...
ricardorosales.blogspot.com
El problema no es cuántos alumnos inmigrantes hay en un centro (hay que tener en cuenta que la escolarización se hace por zonas geográficas, si los inmigrantes viven en un barrio, sus hijos, por lógica, irán a los colegios de ese barrio) sino, como apuntas, el tema de los recursos económicos. Yo he visto aulas con niños de hasta 10 nacionalidades y es una maravilla y es seguro que esos chicos pensarán de forma distinta a nosotros cuando tengan nuestra edad sobre cosas como la integración.
Otra opción consiste en "contratar" alumnos "voluntarios" que hagan de personal de apoyo junto a algún profesor del centro, y ayuden a alumnos inmigrantes que tienen dificultades en el aprendizaje.Conozco un I.E.S. de Zaragoza en el que se da esta circunstancia y un alumno (que tú también conoces) que dedica sus horas de estudio y tutoría a esa labor de apoyo.¿Qué te parece?
A falta de medios me parece una buena solución. Y una magnífica experiencia tanto para el alumno que ayuda como para los que la reciben.
Pero por mucha voluntad de hacer bien las cosas y por muy capaz que sea el voluntario (y en este caso sé que lo es), su trabajo no se puede comparar a la de una persona cuya única labor es ésa, que permanece 8 horas diarias durante todo el año y que está formada para ello.
El voluntariado, idealmente, se debería limitar a situaciones excepcionales o a tiempo de ocio. Está genial que haya voluntarios y repito que, como experiencia, aporta mucho, pero los problemas en la educación debidos a la inmigración en España dejaron de ser algo puntual hace mucho tiempo. El gobierno y las autonomías deberían haber reaccionado ya.
Estoy completamente de acuerdo.
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