04 enero 2007

¿Vosotros qué haríais?

Ashley nació el cerebro dañado. Tiene 9 años y una edad mental de 3 meses. No se puede levantar, andar o hablar. Es alimentada por un tubo y se queda quieta en el sitio donde sus padres la tumban, normalmente encima de un almohadón.

Hace tres años sus padres notaron que su hija estaba entrando en una prematura pubertad y decidieron, con el apoyo médico, detener el proceso para intentar que tuviese una mejor calidad de vida: le realizaron una histerectomía, le extirparon los primeros brotes de su incipiente pecho para que no pudiera desarrollar las mamas e iniciaron una medicación a base de estrógenos para detener su crecimiento óseo.

Los médicos dicen que los riesgos de las operaciones y del tratamiento están justificados. Los padres entendieron que no tenía sentido tener una mujer plenamente desarrollada con un cerebro sin desarrollar. Además, consideran que de esta manera pueden hacer que su hija les acompañe a cualquier sitio, ya que pueden seguir cogiéndola en brazos.

Los que critican las decisiones médicas y la postura de los padres se apoyan sobre todo, fanatismos aparte, en que este tratamiento "especial" puede desencadenar una avalancha de peticiones de progenitores que estén en un caso similar, entre los que cada vez sea más difícil discernir cuál es la mejor opción.

Actualizo: El País acaba de sacar también la noticia. Podeís seguir el debate en los comentarios o en el blog que abrieron los padres sobre su hija.

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