Al parecer, hace unos 300 millones de años, los insectos eran hasta tres veces más grandes que los que ahora habitan nuestro planeta.
Existen múltiples teorías al respecto. Una de ellas dice que, al existir entonces más oxígeno en la atmósfera, los insectos, con un mismo sistema respiratorio, podían tener cuerpos más grandes.
Esta teoría parece ahora más cierta después de unas investigaciones realizadas en estados unidos con escarabajos de distintos tamaños y unos nuevos rayos láser que permiten observar con mayor precisión el funcionamiento de sus sistemas respiratorios.
Mediante las nuevas técnicas se ha podido constatar que, cuanto más grandes son los escarabajos, mayor cantidad de oxígeno transportan sus "traqueas", especialmente las de las piernas.
Los artrópodos no poseen un sistema circulatorio, lo cual implica que su sangre (llamada hemolinfa) no transporta el oxígeno de un modo similar al nuestro. El oxígeno alcanza sus tejidos principalmente gracias a la difusión a través de unos tubos llamados tráqueas, que se conectan con el exterior vía ciertos poros pequeños llamados espiráculos. Existe un límite físico sobre la longitud que estos tubos pueden extenderse antes de que el tejido y el límite interior dejen de poder intercambiar aire de forma efectiva con el exterior. Si los artrópodos se hicieran mucho más grande de lo que son, los tejidos más profundos de sus cuerpos sufrirían la privación del oxígeno, con lo que acumularían demasiado dióxido de carbono.Enlace a un muy interesante post sobre si los insectos podrían alcanzar tamaños "monstruosos", tipo película de terror o sci-fi, en Maikelnai.
Enlace al artículo de Science sobre la nueva investigación.
Actualizo: la noticia es de hace al menos una semana. Maikelnai la publicó el 31 de julio.
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