Y el niño se estuvo quieto.
Y se volvió tonto.
Y los padres fueron felices para siempre.
Una investigadora de la Universidad de Chicago se ha dado cuenta de que los niños que repiten los gestos del profesor de matemáticas tienen más facilidad para recordar lo que éste explica.
En concreto, realizar gestos con las manos mientras se aprende facilita la retención en hasta un 300%.
Visto en Pure Pedantry.
Enlace al estudio.
11 agosto 2007
¡Niño, estate quieto!
Publicado por Un barquero chiquitito en 6:59 p. m.
Temática:
educación
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario