Y tengo mucho que contar y muchas fotos que colgar.
Después de cuatro meses en Luanda, donde hace calor durante las 24 horas del día, donde hay ruido por todas partes y a todas horas, donde el tráfico hace que tardes 3 veces más en ir en coche que andando a los sitios. Después de 4 meses de andar siempre con una cierta tensión cuando sales a la calle, sobre todo si es de noche, al final tiendes a bajar tus espectativas. Intentas hacer cosas pero, a la vez, tratas de no ilusionarte con nada porque sabes que es probable que los planes no salgan según lo previsto. Después de 4 meses de no esperar nada, llegas a pensar que nada hay más allá de Luanda en Angola. Hasta el punto de que, si te ofrecen sumarte a un viaje de 3 ó 4 días a otras provincias, dudas sobre si será buena idea moverte para ver lo mismo. Pero te obligas a moverte, a ir...
Y es increible lo que ves y cómo te lo pasas. Lo diferente que es el resto de Angola a su capital. Los paisajes, el clima, la gente. Todo nuevo, todo distinto. Espectacular y tranquilo al mismo tiempo. Duro y acogedor. Con una belleza que deslumbra, enternece o sobrecoge. Otro país. No solo vale la pena si estás en Angola, merecería un viaje desde cualquier parte del mundo.
Y la gente con la que lo he compartido... Sólo puedo albergar palabras de gratitud y de alabanza hacia ellos.
Estoy subiendo las fotos. Tardaré un tiempo. La conexión no es muy buena. Espero que os gusten.
08 febrero 2007
Ya he vuelto
Publicado por Un barquero chiquitito en 9:46 a. m.
Temática:
Viajes,
Vivencias Angola
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
!Hola!he encontrado tu blg por casualidad y sólo quiero decirte que te entiendo perfectamente, yo viví un tiempo en Luanda y no es nada fácil, claro que mi situación allí era algo rara. Ahora me marcho a Argelia.Estoy ilusionada.
Ciaoo
Publicar un comentario