19 diciembre 2006

Los niños hechiceros

Hace unas semanas, en una conversación entre expatriados, salió el tema de los asaltos en mitad de la calle. Por lo que he oído hasta ahora, el ser mujer aumenta mucho las posibilidades de ser atracada, aunque estés en la escalera de tu casa. Conforme avanzaba el intercambio de experiencias vividas, un brasileño comentó que algo infalible para que te dejasen en paz era mirar a los ojos del atracador y decir "vou fazer-te um feitiço".

En Angola las creencias totémicas se entremezclan con las cristianas (la religión católica, en sus diferentes vertientes, es seguida por la gran mayoría de la población). Pero en cuestión de dar mala suerte, la gente cree mucho más en los espíritus y en las personas que les amenazan con un maleficio.

Esta forma de superstición tiene consecuencias terribles para muchos niños (niños que ya sufren todos los problemas de un país tercermundista). Son acusados de brujería. Cuando son "descubiertos" por supuestos pastores o curanderos, estos niños son apaleados, exhortizados en primera instancia y obligados a trabajar después, a las órdenes del "descubridor", para expulsar "lo maléfico" que todavía les quede dentro. En el peor de los casos dirán que el demonio no se puede expulsar y matarán al niño.

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