Y eso no es todo. Las conexiones son pésimas. Sólo hay dos modos de salir al exterior. A través de un nodo terrestre saturadísimo, caso de la conexión que estoy "disfrutando ahora", o vía Satélite, cuyos costes iniciales y de de mantenimiento son bastante caros (imposibles de afrontar para un usuario normal). La cifra me ha sorprendido pues contradice una encuesta de hace tiempo.
No obstante, existen ciertas iniciativas, de momento privadas, para mejorar la situación. El gobierno, mientras tanto, recurre a la generosidad de la gente para facilitar libros a sus nuevas generaciones y va dando algún que otro paso, como el de asumir la necesidad de escuelas especiales para niños discapacitados mientras invierte millones en seguir construyendo la casa por el tejado.
Llama la atención el reducido número de librerías que hay en Luanda. Y la poca cantidad de libros que hay en ellas. Hay libros técnicos, pero sólo los que se utilizan en la escuela o las carreras universitarias. Casi no hay novelas ni novedades que no se recomienden en las bibliografías por los profesores. Ah, y los gastos de envío por pedir un libro a España ascienden a 35 €.
01 diciembre 2006
Sólo navega por internet el 1,3% de los angolanos
Publicado por Un barquero chiquitito en 11:58 a. m.
Temática:
Actualidad Angola
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