03 junio 2007

La escuela de House

Esto es un spoiler (destripamiento de lo que va a suceder en el último capítulo de la 3ª temporada de House M.D.). Aunque sólo el final del post lo es. El resto se puede leer sin peligro. Prometo avisar. :-p

House gusta a mucha gente. En España, semana tras semana obtiene un empate técnico con "Los Serrano", una serie del tipo "Médico de familia" que, en otras circunstancias, se haría con muchos más espectadores. En Estados Unidos también tiene importantes cuotas de pantalla y a Hugh Laurie, el actor que interpreta al Dr. House, le han hecho Sir, caballero de la corona inglesa. Todo un éxito de crítica y público.

Pero ¿por qué? Apenas tiene trama. Los capítulos pueden verse en su mayoría por separado, no necesitan el anterior o el siguiente para entenderse. El guión genérico de cada episodio no ha cambiado después de 3 temporadas y casi 70 capítulos (hace mucho que circulan bromas sobre ello en internet).

El equipo (director, guionistas) de la serie ha conseguido lo que Conan Doyle hace más de un siglo con el mismo esquema que utilizó él. La gente se ha vuelto adicta a House, a que llegue a conclusiones donde los demás no pueden, a su brillantez, a cómo no le dan vergüenza sus supuestos defectos, a cómo es capaz de meterse con todo el mundo y salir airoso. Éste es un punto importante. Creo que para muchos House representa lo que querrían decirle a su jefe, a su marido, a su compañera, a sus amigos pero no se atreven. Ven House y se quedan más tranquilos. Y no le imitan porque piensan que el que él salga airoso es fruto de la ficción.

House, la serie, es única en su género. Es la primera vez que he visto en televisión la búsqueda continuada de la verdad. La curiosidad llevada al extremo con todo y con todos. Con los casos pero también con las personas que "Greg" tiene a su alrededor (incluyéndose él mismo). House, el personaje, es un borde, un cabrón, alguien "sin sentimientos". Pero lo es por una razón: aprender, descubrir y... enseñar. Porque House es de todo menos un egoista. Sabe lo que hace y la recompensa que hay tras sus actos. Sabe que casi nadie le va a agradecer que le enseñen a pensar, que le descubran que algo está mal razonado. Sabe que abandonar las creencias es muy duro y nadie lo hace sin pelear. Pero él nunca ceja en su empeño, a pesar de encontrarse una y otra vez con prejuicios, normas que no aplican o creencias varias él continúa provocando el enfado, el odio y, con el tiempo, el descubrimiento del porqué en los que le rodean.


Aquí llega el SPOILER.



House, el profesor, ha terminado de enseñar a sus alumnos. Están preparados para seguir solos. Al año que viene tendrá niños nuevos, con prejuicios, normas y creencias bien arraigadas. Y, con la experiencia ganada, quién sabe de lo que será capaz para hacer que consigan deshacerse de todo eso y comiencen a cuestionar lo que hasta ahora daban por sentado sin ninguna razón salvo la repetición, la memoria o la comodidad.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya me has picado. XD

Al final voy a tener que ver el último capítulo (en el horno, ahora mismo).

Y eso que me había "desenganchado" de House.

Porque lo que dices está muy bien, lo de: enseñar a los demás. Lo único discutible, es ¿quién le pide a "House" (por ende a cualquiera)que enseñe a nadie? Sería un poco esa figura paterna que no quiere que te equivoques, via: serás tonto, mira esto se hace así...etc.

No sé, no me convence si es un personaje "positivo" para el resto o simplemente un poquito pedante y nos hace gracia por eso (y ojo, a mi me la hace...conste)-

Un barquero chiquitito dijo...

Enseñar y ser enseñado forma parte de la vida. Es necesario.

Partiendo de ese hecho, distinguimos entre dos clases de enseñanza: la que te ayuda a pensar por ti mismo (te hace independiente) o en la que piensan por ti (te hace dependiente).

Con el resto de las especies animales, cuando la enseñanza no es del primer tipo, el individuo acaba muriendo más pronto que tarde. Con los humanos, como vivimos en sociedad esto no sucede y después de unos milenios hemos llegado a pensar que hacer algo por los demás cuando ellos también lo podrían hacer no es malo. Así que en lugar de hacer como el resto del reino animal, en lugar de preparar a nuestras crías para enfrentarse solas al mundo, les adoctrinamos, les hacemos el bocadillo, la cama, les lavamos la ropa, les enseñamos lo que está bien y lo que está mal sin tener muy claro por qué. Así, cuando esas crías llegan a la edad adulta y tienen crías a su vez ...

House rompe esa cadena de acontecimientos. Echa por tierra todas esas creencias y prepara a las crías de otros para ser autosuficientes. Es un animal. Un animal con cerebro. Con tanto cerebro que ha vuelto a ser animal por propia voluntad. Porque sabe lo útil que eso puede llegar a ser.