Leo un post en Mind Hacks sobre los regalos "oficiales" que realizan las farmacéuticas a los psiquiatras. Nada nuevo.
Pero Vaughan también enlaza en el mismo post a una página que abre un ventanuco a la esperanza. Lejos de todo esta maraña de intereses multimillonarios en "No free lunch" dejan bien claro (con estudios científicos en la mano) que las promociones sirven para algo y que aceptarlas convierte, estadísticamente, en un peón más de las farmacéuticas. Por supuesto esta página no sólo critica sino que también ofrece soluciones. Lo dicho, un pequeño rayo de esperanza.
10 junio 2007
Comida gratis no, gracias.
Publicado por Un barquero chiquitito en 9:57 p. m.
Temática:
Comercio,
Corrupción,
ética,
Salud
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