21 junio 2007

Ponerse en el lugar del pez

Contrariamente a lo que todo el mundo cree los peces no tienen una memoria de pocos segundos sino de, al menos, varios meses.

Aprovechando esa falsa creencia la gente más sensible había justificado el tener encerrados a esos bichos de colores en un par de litros de agua mientras en su hábitat natural las peceras son bastante más grandes.

Pero los últimos descubrimientos nos cuentan que los peces tienen las cabecitas más desarrolladas del reino animal después de los primates, y de algunos homínidos, así que ahora las protectoras de animales han comenzado a poner el grito en el cielo (lo cual me parece bien).

Visto en The Guardian

La verdad es que el mundo de las mascotas no me gusta demasiado. En muchas ocasiones aparece una dependencia emocional o incluso la sustitución de las relaciones humanas por las que podemos llegar a entablar con nuestros animales caseros. En mi opinión y, por así decirlo, llevamos poco tiempo, evolutivamente hablando, con una preciosa herramientas que aún estamos lejos de controlar. Nuestro cerebro ha crecido más deprisa que nuestras aptitudes para sacarle partido y eso acaba siempre enmarañando un poco nuestras acciones, incluyendo hacer "peligroso" el tener un simple animal doméstico (aunque sea un pez).

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