23 abril 2007

Delgado para siempre y con la energía a cuestas.

Investigadores británicos han dado a conocer la posibilidad de que, dando grandes dosis de una cierta hormona durante la infancia, se evite, pues se cambia el metabolismo de la persona, engordar al llegar a la edad adulta. Otra ventaja sería la reducción en las posibilidades de desarrollar diabetes de tipo 2.

La idea, según los científicos, sería añadir la hormona en la leche. Los detractores argumentan diciendo que cada uno ha de fabricarse su propio forma de vida y que los efectos secundarios, al cabo de los años de una ingesta continuada de la hormona, no se han probado.

Por otro lado, cada vez estamos más cerca de la independencia energética. Todos nos sabemos la famosa frase que no hicieron repetir incontables veces en primaria: "la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma". El ser humano necesita energía, que consigue a través de los alimentos y de reacciones químicas que se producen dentro de nuestros cuerpos, para moverse o para mantener su temperatura corporal. Sin embargo, hasta ahora, no reciclábamos esa energía cinética (movimiento) ni la calorífica (como mucho la manteníamos con ropa o permaneciendo en un recinto cerrado). Inventos como éste ofrecen nuevas perspectivas al respecto.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Y, digo yo, no sera mas natural seguir una dieta sana y equilibrada que andarse con zarandajas de hormonas artificiales? Si es que estos guiris son capaces de todo con tal de no renunciar a sus hamburguesas y sus fish and chips y sus fritangadas chungonas XD