En una página web han hecho lo que a mucha gente se le había pasado por la cabeza: comparar los productos de comida rápida que salen en los anuncios publicitarios con los que en realidad compramos.
Vean como ejemplo la diferencia entre esto (foto publicitaria) y esto otro (lo que te sirven de verdad).
Como dicen en un comentario de Boing Boing, en los estudios donde se realizan las fotos para la publicidad, pagan hasta 2.000$ al día a "estilistas de comida", que consiguen que cualquier plato resulte apetecible a tus ojos. Todo está puesto a mano, con sumo cuidado. Muchos de los ingredientes ni siquiera son orgánicos (ni comestibles) y los que lo eran fueron tratados con tantos productos químicos para que brillasen o adquiriesen más coloración que mejor no plantearse su ingesta.
20 abril 2007
Publicidad engañosa
Publicado por Un barquero chiquitito en 10:32 a. m.
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