Unos intrépidos investigadores en paro decidieron realizar un importante experimento. Querían saber, dada la importancia que dicho conocimiento conllevaría, si a los perros les mola beber.
Para ello, en primer lugar, formularon una hipótesis: a Franklin, el perro de Henry Rogers, le iba a gustar beber cerveza si se la pusieran en su bol para el agua.
Sistemáticamente comenzaron a darle pequeñas dosis cada, más y más grandes, cada 90 minutos durante varios sábados seguidos. Probaron varias marcas, todas ellas muy económicas (no olvidar que estaban en paro) y no distinguieron preferencia alguna por parte de Franklin.
El equipo obtuvo recientemente un subsidio de 2,55$ por parte del estado de New Jersey por devolver los envases vacíos.
McCarthy también entregó su perro. En esta ocasión para que hiciera de sujeto de control. A Wrinkles sólo le darían agua. El problema surgió cuando, al darse la vuelta en una ocasión, el perro de McCarthy se pimpló 7,35 onzas de cerveza.
A pesar del tropiezo, Rogers dijo que los datos recogidos por su equipo revelaban una correlación entre el incremento de la ingesta de cerveza y un comportamiento errático, a pesar de que la intesidad del mismo tendía a disminuir conforme los días de test avanzaban.
Al final acabaron por descubrir que a Franklin le gustaba la cerveza, aunque más que por el sabor, por las sensaciones que le imprimía en el cuerpo su ingesta.
Tras estos extraordinarios resultados, el equipo de investigadores habla excitado de sus siguientes proyectos: ¿les gustarán las mezclas a los perros? ¿qué efectos tendrá en el gato de Huang el Cannabis?
Visto en The Onion, via Omni Brain.
19 abril 2007
A los perros les gusta el alcohol
Publicado por Un barquero chiquitito en 4:43 p. m.
Temática:
Ciencia,
Humor,
Naturaleza
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