Todo ha empezado a las 5 de la mañana. Ha sido una experiencia increible. De verdad. Llego a estar en mitad del campo y hubiese sido la experiencia de mi vida. Nunca había escuchado truenos de tal magnitud. Durante 45 minutos parecía que las ondas de choque se estuviesen produciendo al lado mismo de nuestro edificio. Relámpagos cada pocos segundos (y al mismo tiempo que los truenos, así de cerca estaba la tormenta) que iluminaban las habitaciones.
Ahora entiendo por qué los galos irreductibles sólo temían que el cielo se cayese sobre sus cabezas.
Ahora bien, lo que haya ocasionado la tormenta en las casas menos protegidas...
25 abril 2007
Esta noche ha vuelto a llover (mucho)
Publicado por Un barquero chiquitito en 1:29 p. m.
Temática:
Ciencia,
Vivencias Angola
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