23 abril 2007

Edison, el Bill Gates de su época

No sólo no inventó la bombilla, descubrimiento que no fue patentado por su creador, sino que hizo desaparecer una patente ya existente para colocar la suya. Y ganar dinero, mucho dinero.

El mismo dinero que no quería perder si reconocía que uno de sus ex-trabajadores tenía razón cuando decía que la corriente alterna, que es la que utilizamos todos ahora en casa, era mejor que la continua, que él comercializaba.

Durante años intentó desprestigiar, hundir o comprar todo lo que le hacía competencia. Supongo que alguno de los muchos inventos que patentó sí sería suyo, pero, para mí, no pasará a la historia como un gran científico o investigador sino como un implacable hombre de negocios.

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso es cierto, y quien no se lo crea que vea los Simpsons!!!!!!