¿Os imagináis un cristal que, al ser golpeado, simplemente se abollase? Pues en la revista Science acaban de sacar los resultados de una aleación metálica que responde a esas características.
Los cristales metálicos conocidos hasta ahora tenían la debilidad de que su propia fuerza les hacía poco maleables, por lo que cualquier golpe hacía que se rompiesen. En un metal normal, los atómos se alinean formando microestructuras cristalinas, una al lado de otra. Cuando una fuerza es ejercida sobre el metal, estas microestructuras son capaces de transmitirse la fuerza ejercida resbalando unas con otras hasta que el metal es doblado. Sin embargo, cuando hablamos de cristales metálicos, los átomos se alinean en capas y cuando se ejerce una tensión el resultado es parecido al de un terremoto: la superficie acaba rompiéndose y superponiéndose para liberar la fuerza ejercida.
Con una aleación de zirconio, aluminio, cobre y níquel, los científicos chinos han conseguido que la ruptura no se transmita a todo el cristal metálico sino que se quede localizada en el punto donde se ejerció la presión. Es decir, el problema no está resuelto del todo, pero están en ello.
10 marzo 2007
Cristales que no se rompen.
Publicado por Un barquero chiquitito en 12:57 p. m.
Temática:
Ciencia
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