Tuve una vez un jefe, muy inteligente y muy culto él, que normalmente era de lo más cordial. Pero si le tocaban la fibra respondía con ingenio soltando insultos terribles pero tan enrevesados que el destinatario tenía que pensar en ellos para saber qué le había dicho. O incluso esperar a llegar a casa para averiguar que era eso de que le sobraba un cromosoma.
Recientes estudios han descubierto que la falta de oxitocina, además de impedir que te enamores o de que confíes en los demás, también te frena a la hora de comprender la situación de otra persona. Es decir, disminuye tu nivel de empatía.
Visto en MindHacks.
16 marzo 2007
A ti lo que te falta es oxitocina
Publicado por Un barquero chiquitito en 12:18 p. m.
Temática:
neurología
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