Estaban unos científicos jugando con los nuevos escáneres cerebrales y decidieron solicitar voluntarios para realizar un experimento. Cuando estuvieron preparados instaron a sus cobayas particulares a pensar dos cosas: a unos que estaban realizando una buena acción para los demás y a otros que esa buena acción la realizaban en sus propio beneficio.
La sorpresa llegó cuando se dieron cuenta de que después de un acto altruista (primero de los casos) se iluminaba una zona del cerebro "primitivo" que se activaba también en presencia de sexo o comida.
Ahora me explico yo tanta dadivosidad y tanta dedicación. Menudo vicio tienen algunos. :-p
El artículo de Washington Post alude a que los últimos descubrimientos de la neurología en materia de moralidad vienen a concluir que los circuitos creados en el cerebro para ella se corresponden bastante bien con lo que consideraríamos empatía.
Visto en Commonground.
03 junio 2007
Es bueno ser bueno
Publicado por Un barquero chiquitito en 11:32 p. m.
Temática:
ética,
neurología,
psicología
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