10 julio 2007

El vaticano contraataca

Hace mucho tiempo, en unos salas muy limpias y silenciosas un señor con el 23 a la espalda que no se apellidaba Jordan consiguió encontrar un punto débil en la macroestructura milenaria en la que se había introducido.

Pero está claro que de mucho mucho no sirvió:

Se matizan algunos textos del Concilio Vaticano II para afirmar que en la única iglesia en la que subsiste la fe de Jesucristo es en la Católica.

La Iglesia Católica "no renuncia a su convicción de ser la única verdadera" Iglesia de Cristo, aunque reconoce que en las iglesias ortodoxas y en las "comunidades cristianas" surgidas de la Reforma -a las que no considera iglesias- hay elementos de salvación.

Así se afirma en el documento "Respuestas a algunas preguntas acerca de ciertos aspectos de la doctrina sobre la Iglesia", preparado por la Congregación para la Doctrina de la Fe, (ex Santo Oficio), presentado hoy por el Vaticano.
No se vayan todavía, aún hay más:
El papa Benedicto XVI ha presentado a un grupo de cardenales y obispos de todo el mundo el "Motu Proprio" que facilitará la celebración de la misa en latín, documento que será hecho público en los próximos días, ha informado el Vaticano.

El Concilio Vaticano II introdujo el "Novus ordo missae", la nueva forma de celebrar la misa y que sustituyó a la realizada en latín, celebrada hasta 1969, introduciendo la posibilidad de oficiar la celebración en los diferentes idiomas. También dispuso que el sacerdote oficiase mirando a los fieles. Hasta entonces el sacerdote celebraba de espalda a los fieles.


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2 comentarios:

Ángel M. Felicísimo dijo...

Como lo veo desde fuera me parece estupendo: se destapan las esencias del antiguo inquisidor. A ver las reacciones de los aficionados.

Un barquero chiquitito dijo...

Las doctrinas de Juan XXIII y Benedicto XVI son como la noche y el día (o al revés). No entiendo cómo la gente se puede fiar (en incluso tener fe) en un estamento que cambia sus prioridades según quién lo dirige. Eso es aplicable a cualquier religión (es curioso como, a pesar de que el dios sea el mismo, las ideas fluctúen tanto) o a cualquier otra agrupación, incluídos los gobiernos.