Esto ya resulta difícil de explicar. A las 2 de la madrugada se fue la luz. A las 2 de la tarde ha vuelto. Pero desde entonces no ha durado más de 10 minutos seguidos. Va y viene continuamente. La mayoría de las veces sin la suficiente potencia como para mantener encendida una simple bombilla. Como sí llega intensidad el filamento se enciende pero apenas ilumina. Jamás había visto esto. En el salón, como las luces son fluorescentes (tienen un bobinado dentro) la luz viene y se va, según la bobina consiga hacer pasar la corriente o no. Escribo con la batería del portátil a la espera de que en algún momento tenga la oportunidad de colgarlo.
Por supuesto el aire acondicionado mejor no encenderlo. También está apagado el congelador y la lavadora. Y el resto de aparatos están desenchufados para que ni siquiera consuman la potencia residual.
Extenuante. Es un continuo sí pero no pero sí pero no. Y aunque uno se puede acostumbrar a todo hay cosas a las que, objetivamente, no debería.
02 mayo 2007
El santo Job era un principiante
Publicado por Un barquero chiquitito en 6:58 p. m.
Temática:
Vivencias Angola
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